¿A qué padre de familia no le ilusiona escuchar las primeras palabras de su hijo? ¿Quiénes de estos padres no contabiliza las palabras que su hijo va expresando conforme va creciendo? “Ya dice… agua, mamá, papá, sopa, quiero, dame…etc.”; entre familiares es común escuchar pláticas que centran su atención es esta etapa del desarrollo del lenguaje en los niños, no obstante, en muchas ocasiones esta situación genera también preocupación en los padres quienes al observar que su hijo después de los dos años de edad aún no presentan sus primeras palabras, tienden a compararlo con otros niños, lo que alimenta sus sentimientos de angustia.
En este contexto, es común escuchar algunos comentarios como: el niño no habla, debería decir por lo menos «N» número de palabras, es porque está muy consentido, etc., mismos que ejercen presión en los padres quienes en la mayoría de las ocasiones no saben cómo actuar.
Así pues, en primera instancia es necesario que sepas que un niño que no habla es alguien cuyo lenguaje ORAL no se manifiesta a una edad en la que los demás niños hablan normalmente (consultar artículo La adquisición del Lenguaje en el niño) siendo esta ausencia del lenguaje la única alteración evidenciable. En palabras de Perelló (1979) esta dificultad se entiende como un retardo simple del lenguaje y se presenta como una ausencia de la presentación del habla en la edad usual, sin causa patológica manifiesta.
En este sentido, es fácil identificar alguna de estas características en tú hijo, pero, ¿por qué pasa esto?, si no es una cuestión fisiológica o una mudez patológica, si se han descartado médicamente estas posibilidades, Qué pasa con tú hijo o hija? ¿Por qué no habla como los demás niños de su edad?
sobre todo, el ambiente más próximo que te incluye a ti, padre de familia, hermanos y familiares cercanos. Pues según las causas anteriores factores hereditarios, de estimulación lingüística y de sobreprotección suelen ser los principales determinantes para que tu hijo tenga la necesidad o no de hablar.
Así, una recomendación que hacemos es que en primera instancia se descarte cualquier cuestión neurológica o fisiológica mediante la consulta con profesionales médicos; en segunda instancia, que se identifique alguna de las posibles causas que proporcionamos como información en este artículo y de ser necesario, acudir con especialistas que puedan orientar en la intervención y atención del niño, para con ello, propiciar en él una adecuada expresión oral.
Bibliografía:
Licenciada en Pedagogía con título otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es Licenciada en Pedagogía en el área de Psicopedagogía por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Pasante de la Maestría en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Terapeuta de Lenguaje y aprendizaje con 12 años de experiencia, actualmente trabajando como Terapeuta de Lenguaje y Aprendizaje Individual y en la Secretaría de Educación P´blica (SEP).