Los bebés comienzan a emitir sus primeros sonidos al rededor de los 6 meses y poco a poco, van desarrollando la capacidad de habla y de lenguaje hasta el final de su primer año, ya listos para empezar a pronunciar sus primeras palabras, que regularmente son dobles silabas o palabras aprendidas de sus padres o familiares más cercanos.
Durante los primeros meses juegan con los sonidos, alargando las vocales y pronunciando algunas silabas sencillas como: ma, pa, da; de manera repetitiva, hasta que un día ya pueden decir sus primeras palabras con significado, casi siempre para denominar algo. Al inicio apoyan su comunicación con señas o llevando a los adultos hacia los objetos; regularmente las primeras palabras son «papá» «mamá», después comienzan a decir palabras como: «dame» «mío», entre otras.
El desarrollo del lenguaje
Estimulando el lenguaje
Para que un niño desarrolle su lenguaje es importante pasar mucho tiempo comunicándonos con ellos, durante las actividades diarias, escuchar canciones, leer cuentos y jugar con ellos en actividades que potencialicen su creatividad e imaginación.
El juego es una actividad muy importante para el desarrollo de todos los niños y está presente en cada etapa, mediante los juegos los pequeños aprenden simulando situaciones reales y a través del juego, los niños pueden experimentar y aprender, mientras se divierten, estimulan y descubren nuevas habilidades que antes no conocían.
Los cuentos son una herramienta indispensable para el desarrollo de habilidades cognitivas y comunicativas en los niños, con la ayuda de las ilustraciones, los niños se pueden expresar de forma verbal y elaborar oraciones, así como también amplían su vocabulario y su imaginación.
Con la ayuda de las ilustraciones los pequeños también empiezan a relacionar sus primeras palabras, para ello debemos señalarles los dibujos mientras pronunciamos con claridad el nombre de los objetos, así como hacer cuestionamientos acerca de las situaciones que ahí se presentan para que ellos puedan expresarse en un ambiente relajado.
Otro de los juguetes que podemos utilizar para impulsar el lenguaje son los interactivos con luces y sonidos que cuentan con música y objetos variados de color forma, tamaño y textura; algunos de los juguetes favoritos de los niños son los de ensamble, construcción y fricción, estos son perfectos para estimular el habla.
Por medio de los juegos, los pequeños interactúan con los objetos, desarrollan sus sentidos, adquieren habilidades, expresan fantasías, sentimientos, se relacionan con otras personas, adquieren pautas de conducta, imitan… A través del juego interiorizan la realidad circundante y expresan su mundo interior. El juego ofrece indicadores para entender al niño y observar su evolución física y mental.
A los padres corresponde también implicarse en las actividades de juego porque con ellas mejorarán las condiciones de crianza y enriquecerán los estímulos del entorno familiar, y también porque les facilitará la vinculación y la afectividad con su hijo.