El trastorno específico del lenguaje y las consecuencias de no tener una intervención temprana

diciembre 6, 2023

El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) es definido por el DSM–V como “dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus modalidades (es decir: hablado, escrito, lenguaje de signos u otro) debido a deficiencias de la comprensión o la producción”, y el cual tiene una gran prevalencia entre los pequeños en los primeros años de desarrollo. Es un trastorno complejo que afecta el desarrollo general de los niños(as) y presenta diferentes signos de alerta como: dificultad en la adquisición de las primeras palabras para construir oraciones, omisiones de expresiones en plural, uso de artículos, conjugación de verbos, dificultad en el uso y comprensión de palabras, pausas, repeticiones e interjecciones en el habla, confusión de normas verbales, dificultades en descripción de hechos u objetos, poca interacción social, dificultades en la atención, uso limitado en la gesticulación, dificultades en el razonamiento y actividades simbólicas, expresiones cortas y limitadas, omisión, sustitución o distorsión de fonemas (sonidos) y/o sílabas.

"El lenguaje nos ayuda a capturar el mundo, y cuanto menos lenguaje tengamos, menos mundo capturamos. O más deficientemente. Una mayor capacidad expresiva supone una mayor capacidad de comprensión de las cosas. Si se empobrece la lengua se empobrece el pensamiento"

Fernando Lázaro Carreter

Lamentablemente, en muchas ocasiones estos signos no son tomados en cuenta o pasan desapercibidos por parte de los padres de familia o los profesores que conviven con el menor, ya que no se percatan o no tienen conocimiento de lo que implican estos signos y la importancia que tiene el detectar los trastornos del lenguaje en edades tempranas y darles una atención oportuna; ya que si un menor no es diagnosticado a tiempo, ni recibe la atención adecuada, se pueden presentar diferentes dificultades que no se limitan solo a la expresión oral, sino que repercuten incluso en la adolescencia y en la edad adulta en todas las áreas de su vida (académica, social y psicológica).

En este sentido, las consecuencias a largo plazo que un niño(a) puede tener al no tener un intervención temprana y oportuna, pueden ser:

ACADÉMICAS: Los niños(as) con TEL, generalmente en su desarrollo académico suelen tener dificultad para entender y seguir instrucciones sencillas y más complejas; pueden presentar problemas atencionales en donde se les dificulta focalizar su atención y concluir las actividades que se les asignen; alteraciones en la conciencia fonológica (dificultad para identificar e integrar de manera adecuada el sonido de las letras), lo que conlleva por consecuencia dificultades en el desarrollo de la lecto-escritura pues a los niños(as) se les complica recordar el alfabeto, utilizarlo y plasmarlo de manera escrita —por ende, se presenta la presencia de dificultades ortográficas—.

En esta misma línea, se presentan también alteraciones en el área matemática, tales como dificultades para poder realizar cálculo mental; identificación y uso de los conceptos matemáticos; en las nociones de cantidad, para entender y resolver problemas (dificultades en la comprensión y el pensamiento abstracto); problemas en la ubicación espacial, temporal y lateralidad.

SOCIALES: Generalmente, los niños(as) que tienen alteraciones en el lenguaje, presentan dificultades en la comprensión y seguimiento de las normas sociales; les cuesta trabajo interactuar con los demás; expresar sus ideas y sentimientos; se les dificulta establecer comunicación social; presentan problemas atencionales y en casos más severos, presentan alteraciones de hiperactividad, mutismo selectivo o aislamiento social.
PSICOLÓGICAS. Derivado de las dificultades anteriores, en muchos casos, las personas que en su primera etapa presentan Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) y no reciben una atención oportuna, a lo largo de su desarrollo (niñez, adolescencia e incluso la etapa adulta) pueden presentar trastornos tales como depresión, ansiedad, comportamientos negativos, baja autoestima, angustia, frustración, miedos y fobias sociales; lo cual repercute en su calidad de vida.

Como se puede ver, un Trastorno de Lenguaje no atendido a tiempo puede tener consecuencias significativas para el desarrollo general de los niños(as) y extenderse hasta edades adultas. Es por ello, que es de suma importancia tener una detección temprana y una atención por parte de padres, profesores y personas encargadas del desarrollo del menor, y buscar alternativas para la intervención y tratamiento con médicos y especialistas que evalúen, den un diagnóstico y un tratamiento adecuado a las necesidades de cada pequeño(a) para darle una atención integral que involucre el contexto familiar, escolar y social en el que se desenvuelve. En este sentido, el abordaje debe ser multidisciplinar, comprensivo y de acompañamiento.

Referencias de consulta:

American, Psychiatric Association. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. DSM–V. 5ª Edición. Editorial Médica Panamericana. Arlington VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014.

Psic. Alejandra Tapia Ortega

Lic. en Pedagogía

Espacialista en en terpia de lenguaje y aprendizaje en niños, adolescentes, adultos y adultos mayores

Cédula Profesional 5985109

Licenciada en Pedagogía con título otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es Licenciada en Pedagogía en el área de Psicopedagogía por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Pasante de la Maestría en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Terapeuta de Lenguaje y aprendizaje con 12 años de experiencia, actualmente trabajando como Terapeuta de Lenguaje y Aprendizaje Individual y en la Secretaría de Educación P&�acuteblica (SEP).

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