Pero estas palabras y actos, ¿qué tan reales son? Sabemos que cuando existe una pareja, ya sea en el noviazgo, matrimonio o unión libre, intervienen los afectos, como la comunicación, confianza y respeto. ¿Pero qué sucede cuando no observamos nada de esto en nuestra relación?, ¿y lo que observamos y escuchamos no nos agrada? Nos ponemos a pensar por un momento en lo que sucede en nuestra relación: «pero así es él (ella)», «así es su forma de ser», “»yo tuve la culpa, no debí hacer», «tiene razón». Estas frases suelen ser comunes y a menudo son justificaciones que hace la persona por su pareja cuando se presenta la violencia. “Pero a mí nunca me ha pegado”, cabe mencionar que la violencia no siempre es física. Existen otros tipos de violencia. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la violencia de género es «todo acto violento que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psíquico, incluidas las amenazas, la privación arbitraria de libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o privada». Esta se produce para mantener el control sobre la otra persona, la violencia de género es ejercida tanto a hombres como mujeres. En ocasiones la persona no distingue la violencia como tal, sino que la considera algo normal, esto se debe a que se ha desarrollado en ese ambiente, y asimismo puede confundir el amor con la agresión e incluso confundirlo con la culpa.
Fuentes (2011). Nos habla acerca de la violencia en la pareja, nos dice que es un fenómeno construido por colaboración de ambas personas, no sólo de una, en nuestra sociedad la masculinidad se asocia con el hecho de ser dominante, tener poder y obtener todo aquello que uno quiere, mientras que la feminidad se asocia en mayor medida con la sumisión, la disponibilidad y la pasividad. No obstante, la mujer actualmente no siempre toma el papel de sumisión sino que el hombre también, esto depende mucho de la historia de la persona, como su historia familiar, creencias e ideología.
Debido a que ambos han vivido situaciones muy difíciles y tensas es importante trabajarlo primero a nivel individual debido a que cada uno lo ha experimentado de forma muy diferente a pesar de que haya sido la misma problemática, ya que estas situaciones han desencadenado miedo, ansiedad y frustración e intervienen con la vida diaria de la persona, aspectos que son importantes trabajar primero a nivel individual.
Es importante hacerse una pregunta: ¿Te sientes bien con cosas que te dice o hace? En ocasiones el amor y la violencia pueden ir de la mano sin darnos cuenta.
Por otra parte, interviene un amor que es muy importante en nuestras vidas, que es fundamental y que en ocasiones se desplaza, como es el amor propio, este se hace a un lado debido a que se busca y se espera encontrar el “amor” en otra persona. Sin darse cuenta de que se está construyendo un camino muy largo en esta búsqueda constante y que regularmente suele fracasar, lo que provoca que la persona se frustre. Finalmente, es muy importante estar alerta ante los primeros signos de violencia, ya que podrían evitarse problemáticas mayores así como cuestiones de salud tanto física como mental que puedan poner en riesgo tu vida. Esto puede lograrse con ayuda de un especialista bajo un tratamiento personalizado para saber manejar esta situación, tomar conciencia, entenderse a sí mismo y salir adelante para estar en armonía.
BIBLIOGRAFÍA:
Navarro, G. J., & Pereira, M. J. (2011). Parejas en situaciones difíciles. Paidós. Barcelona.
González, N. J. (2010). Recuperando la capacidad de amar. Psicología de lo masculino. IIPCS. México