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En la pareja, principalmente, es de suma importancia ya que es el medio por el cual los miembros de la pareja construyen su apego, su relación, su intimidad y su afectividad. Dicen algunos autores, expertos en el tema de la comunicación que una comunicación eficaz hace que estar en pareja sea un auténtico placer. Y que la mala comunicación hace que la relación de pareja no fluya, ya que da lugar a interpretaciones incorrectas, a no poder organizarse en lo más simple (como las tareas o las actividades cotidianas) e incluso no poder expresar adecuadamente las emociones que van surgiendo, lo que lleva, finalmente, a no tener seguridad, ni confianza en la relación.
Si partimos de la idea de que la comunicación es un pilar para que la relación funcione, para tener una buena comunicación debemos tener en cuenta una serie de elementos que contribuyen a mejorarla.
El primer elemento es la función que tiene la comunicación, que es conocer al otro y que nos conozcan, es decir, el conocimiento mutuo. Además con la comunicación se genera la posibilidad de compartir lo que se es.
La pareja es un proyecto de dos personas que deciden compartir su vida. Para ello, necesitan compartir de forma incondicional todo lo que son y tienen, y eso exige una comunicación fluida entre ambos: una comunicación para conocer y para que nos conozcan, basada fundamentalmente en el diálogo y que es necesaria para que la convivencia tenga sentido.
El segundo elemento fundamental sobre la comunicación es saber de qué está compuesta una buena comunicación. Para ello se tiene que partir de que no solo está compuesta de palabras, sino también de gestos, expresiones faciales, mirada, tono de voz, movimientos corporales.
No es solo lo que se dice sino el cómo se dice, y es el cómo la parte más importante. Tan importante o más que las palabras son: la mirada, los gestos, la sonrisa y la expresión facial; que forman parte del lenguaje no verbal y que, en la mayoría de las ocasiones, es más expresivo y cercano que las propias palabras.
Normalmente, una sonrisa, un silencio oportuno o una caricia suponen una complicidad o acercamiento hacia la pareja, imposible de expresarlo en el lenguaje verbal. Ante una discrepancia en ambos tipos de lenguaje, damos mayor credibilidad al lenguaje no verbal.
También la comunicación no verbal refleja las características importantes de lo que se quiere decir. La actitud personal indica la capacidad que se tiene para expresar lo que se quiere decir y la capacidad de escuchar a los demás. Además el cómo se dicen las cosas es el elemento que se utiliza para las interpretaciones que se hacen de lo oído.
Si la pareja considera los siguientes elementos podrá comunicarse correctamente y obtendrá la capacidad de expresar lo que siente sin crear tensiones, ni herir los sentimientos del otro y llegar acuerdos satisfactorios para ambos miembros de la pareja.
El primero es la mirada, la mirada expresa mucho, es un elemento básico y clave en la comunicación, ya que indica la importancia que se le está dando a los que dice el otro, por lo tanto, se expresa la importancia que tiene la pareja y la relación. Por eso es sumamente importante el contacto visual.
Las expresiones faciales comunican la emoción que se quiere trasmitir, así como la emoción con la se está percibiendo el mensaje: sorpresa, alegría, desacuerdo, interés, enojo, burla, descalificación. Expresiones como sonreír, ademanes, movimientos de cejas, etc. son señas que transmiten información de emociones y son importantes en la interacción. Por eso es tan importante darnos cuenta de ellas para así tener una congruencia con lo que se quiere transmitir
Es importante decir que una buena comunicación, también es saber escuchar, ya que la capacidad de comprensión, en conjunto con la asertividad es fundamental para llegar a acuerdo, en vez de enrolarse en una serie de intentos de imposiciones o concesiones no deseadas que lleva a sentimientos de frustración, enojo, incomprensión, control, etc., que a su vez llevan a la relación al fracaso.
Es importante comunicar lo que se siente, ya que a través de la expresión de los sentimientos es como los miembros de la pareja se hacen conocer y llegar a construir una relación estrecha e íntima. Se debe expresar tanto los sentimientos “positivos” como los “negativos”. Si no se expresan los sentimientos se fomenta un malestar en la relación ya que se generan malos entendidos y una situación normal puede convertirse en una situación conflictiva.
En la comunicación de las emociones “negativas” los miembros de la pareja no se deben dejar llevar por la emoción misma. Se tiene que manejar la emoción y trasmitirla siempre con respeto. Se puede discutir sin ofender.
Como lo mencione anteriormente, la mayoría de los problemas que tienen las parejas están relacionados con la comunicación, bien porque no se comunican entre ellos o por la manera inadecuada de hacerlo.
Una buena comunicación facilita la convivencia y supone un apoyo y ayuda mutua. Así, los errores más frecuentes en relación a la comunicación de pareja son:
– No luchar por conseguir ratos de intimidad. La falta de comunicación es uno de los principales problemas que pueden surgir en las parejas y que incluso pueden llegar a destruir la mejor relación. Para que la pareja esté unida tienen que haber comunicación, debe luchar para mantener verdaderos ratos de intimidad donde fluya la comunicación y donde puedan hablar sin ser interrumpidos por nada ni por nadie.
– Pensar que el otro conoce los sentimientos y estado de ánimo del otro. Los miembros de la pareja no deben esperar a que el otro adivine lo que piensan, sienten o les sucede. Ni que deben de tener la habilidad para captar y entender los pequeños detalles que uno cree que hablan por sí solos.
– El cansancio y la falta de tiempo. Uno de los grandes errores en la comunicación es la falta de tiempo y el dejarse llevar por el cansancio. Se tiene que hacer un esfuerzo para estar con la pareja, para hacer actividades juntas o simplemente para conversar. De lo contrario, si la pareja evita con frecuencia estar junta, porque están excesivamente cansados o no disponen de tiempo, la relación se enfriaría y surgirá un distanciamiento entre ambos. Hay que cuidar al amor. Los momentos que se comparten con la pareja son muy importantes para que el amor crezca.
Estudió en la Facultad de Psicología de la UNAM, la Maestría en Psicoterapia de pareja y familia en el Instituto de Terapia Familiar CENCALLI, certificación nivel II en Psicoterapia asistida por equinos, avalado por EAGALA, cuenta con Diplomados en: Trastornos de la Alimentación (cursado en Monte Fénix), Enfermedades Psicosomáticas (en Circulo Psicoanalítico), Nutrición Biodirigida y Homeopatía (ambos avalados por la Escuela Latinoamericana de Educación en Salud Integrativa), Psicoterapia con enfoque psicoanalítico en pareja (avalado por APM), especialización en terapia de pareja (IFAC). Cursando actualmente un Diplomado en las diferentes configuraciones familiares en el Instituto de Psicoanálisis de Pareja y Familia.
Tiene experiencia laboral de 16 años como psicoterapeuta. Laboró 5 años en AVALON Centro de atención para la mujer, como psicoterapeuta de cuidado continuo, realizando pláticas a padres de familia y psicoterapia grupal. Posteriormente trabajó en Máxima Perfección, por un año, como psicoterapeuta en el tratamiento multidisciplinario de la obesidad. Y tiene 10 años de experiencia como psicoterapeuta de pareja y familia en el Centro de Atención Psicológica Integral, CAPI
