Lo más recomendable es hacerlo cuando es un bebé, tanto para evaluarlo como para intervenirlo para un mejor desarrollo. ¿Pero qué sucede cuando esta etapa de intervención temprana ha concluido? Regularmente pensamos en una institución de educación especial, ¿pero en verdad sabemos lo que conlleva esta nueva etapa escolar tanto para el niño(a) como para nosotros? Esta etapa es muy importante en todos los aspectos: psicológico, social y emocional; ya que de eso dependerá en el futuro, cuando sea adulto, que sea más adaptable al medio o por el contrario, que le resulte difícil.
Para comenzar, vayamos con lo que es el concepto de discapacidad, este indica la presencia de una condición limitante por problemas esencialmente de tipo físico, mental, o ambos, regularmente por una enfermedad adquirida o congénita: traumatismo u otro factor ambiental. Generalmente requieren ayuda e instrucción especializada para un mejor funcionamiento en su vida cotidiana. No obstante, este concepto suele etiquetar a las personas con limitaciones físicas o mentales. En cuando al aspecto médico, en ocasiones suele ser tajante y juzga al individuo como “normal” o “enfermo”, ya que la normalidad se define cómo la ausencia de problemas biológicos, lo que puede hacer más difíciles las cosas. Por ejemplo, puede pensarse que es más difícil tratar a los niños con discapacidad, porque tenemos pensamientos cerrados del tipo: “Será más difícil educar a un niño con discapacidad que uno regular”. Pues bien, ese comentario es uno de los principales errores. No debemos olvidar que se trata de una persona como cualquier otra, tiene dos ojos, dos oídos, nariz así como sentimientos y emociones, y que lo que lo diferencia es que tiene capacidades diferentes, en las cuales se tiene que trabajar.
No obstante, en cuanto al aspecto psicológico, este se basa en la incorporación del concepto de mente y la evaluación del pensamiento así como conducta y afectos, es decir, que se profundizará acerca de sus capacidades, limitaciones, edad emocional y capacidad de resolución de problemas. Asimismo, existe otro aspecto que interviene en la vida cotidiana del niño: “Las barreras”, que son obstáculos para el desarrollo pleno del niño con discapacidad porque restringen las oportunidades de acceso, logro o desempeño de algunos roles sociales; no obstante, estas barreras no solamente son físicas, sino psicológicas, sociales e incluso familiares, en términos de actitudes, creencias y expectativas que discriminan a las personas con discapacidad. Sánchez, Cantón & Sevilla (2000).
Cuando el niño está por comenzar la etapa escolar pensamos en una institución que cumpla con lo necesario en educación para su buen desarrollo y para que también pueda ayudarlo en su vida cotidiana. Ante este cambio, los niños se enfrentan a nuevos aspectos y como los niños regulares, ellos también dejan de ser bebés para convertirse en infantes. En algunos casos, la edad cronológica no coincidirá con su edad mental y físicamente habrá algunas dificultades, pero debemos encaminarlos a que puedan desarrollarse lo más cercano posible a su edad para tener una mejor calidad de vida.
Cuando tenemos que buscar una institución para nuestro hijo con discapacidad, pueden intervenir algunos temores del niño como sucede con los niños regulares, debido a que estamos hablando de un cambio y como todo cambio, lleva un proceso de adaptación.
Estos temores son algunos de los principales, sin embargo varía con cada niño, ya que algunos pueden adaptarse más fácilmente que otros en las instituciones. Estas instituciones de educación especial o adiestramiento ayudarán en el desarrollo del niño, en la socialización y adaptación al medio. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que la educación también comienza en casa, ya que esta es la base de cualquier persona aunque tenga alguna discapacidad.
Antes que nada, hay que preguntarnos; ¿En verdad no lo sabe hacer? ¿Realmente se tranquiliza sólo si está conmigo? Frente a este tipo de temores, debemos reflexionar en que algunos se deben a la sobreprotección, otros porque él niño(a) está mal acostumbrado a ciertas situaciones sólo por el hecho de tener alguna discapacidad y otros temores van relacionados con la salud y bienestar que son totalmente válidos, ya que como padres sabemos que este último aspecto es fundamental. También hay que tener en cuenta que estos temores como padres no permitirán que el niño crezca lo más sano posible y que sin darnos cuenta, con ese tipo de comentarios o temores estamos afectando su infancia y con ello, su futuro.
Finalmente, como padres, en ocasiones actuamos o hacemos comentarios que no ayudan al desarrollo del niño, decimos que están enfermos, les prohibimos cosas o los sobreprotegemos demasiado, sin tomar en cuenta que esto interviene con su educación, hábitos y estilo de vida, ya que pensamos que si nosotros hacemos todo por ellos su vida será más fácil cuando en realidad está pasando todo lo contrario, ya que provocamos que el niño sea dependiente de nosotros. Cuando crezca, ¿qué pasará con él o con ella? No seremos eternos.
Debemos formularnos estos cuestionamientos como padres de ellos y por ellos, ya que estamos pensando en su futuro, en su bienestar, ¿que será lo mejor para él/ella? ¡Ojo! Hay una gran diferencia en “pensar por él” y “pensar para él”, la primera es decidir todo por él, ya sea en la etapa escolar o en su vida personal, (dado que no nos preocupa el niño, nos preocupa nuestro propio miedo como padres). La segunda es pensar en su bienestar, que pueda ser útil y adaptable al medio, es necesario que sepa cómo funciona este de una forma en la que el niño comprenda. Esto también ayudará a que tenga una mejor calidad de vida no sólo en la etapa escolar si no en la adultez.
Esta correcta orientación puede lograrse con ayuda de un especialista para saber manejar aquellas situaciones a las que se enfrentan los padres de niños con discapacidad, de tal forma que puedan estar en armonía y tener una mejor calidad de vida, tanto padres como hijos.
¿Usted piensa por él o para él?
BIBLIOGRAFÍA:
Sánchez, P., Cantón, M., & Sevilla, D. (2000). Compendio de educación especial. Manual moderno. México.
Todos somos uno. (1 de agosto del 2015). Información de interés general con enfoque principal en la discapacidad.