¿Quién de nosotros no ha visto los ojos llenos de sorpresa de un niño y ha tenido que buscar respuesta a las preguntas que surgen como boomerang ante ello? Sin embargo, pocas veces nos detenemos a analizar la importancia que tiene esta capacidad para el desarrollo y potencialización del aprendizaje en los infantes, pues es a través del asombro que el niño encuentra la estimulación y la motivación en su deseo por aprender.
Según algunos escritores, desde épocas antiguas, los griegos afirmaban que el asombro era la primera manifestación de la fuerza que mueve al ser humano, e incluso algunos pedagogos (entre los que se menciona a María Montessori) afirmaban que el niño es el principal protagonista de la educación, por lo que nuestra tarea es la de acompañarlo y orientarlo, además de proveer los ambientes necesarios en su descubrimiento del mundo que le rodea, y destaca así que la capacidad de asombro es la “estimulación temprana natural” del niño que lo llevará a tener el interés para descubrir su entorno.
Asimismo, Cateherine L´Ecuyer en su libro Educar en el Asombro, sostiene que el asombro es el deseo para el conocimiento, que se debe respetar esta capacidad en los niños pues ésta les permitirá ser más sensibles ante lo que perciben, apreciar de manera más abierta y crítica, desarrollar más sus sentidos, además de fortalecer su creatividad y capacidad de análisis.
nos daremos cuenta que en cada movimiento, en cada acción ellos están tratando de dar forma y sentido a lo que les rodea, están construyendo su propia concepción de mundo, pues a través de las cosas más pequeñas, es que ellos encuentran la curiosidad por descubrir, el interés por indagar, la posibilidad de construir, así como la capacidad de entender y comprender su cotidianidad.
Si lo analizamos detenidamente, es común observar a los niños desarmar algún juguete con el interés de conocer cómo es que funciona, o darnos cuenta de sus expresiones de asombro y orgullo ante la más mínima tarea que pueden realizar, e incluso ser testigos de sus risas emocionadas al descubrir la libertad que tienen y lo que pueden alcanzar con un juego en el que participan y pone a prueba sus diferentes capacidades.
Por eso, es importante fortalecer esta capacidad en ellos, proveerlos de espacios que les permitan disfrutar de la compañía, del aprendizaje, de las experiencias que los lleven a formular más y más preguntas en busca de respuestas que los orienten y los lleven a descubrir la infinidad de posibilidades que tienen para aprender en una forma lúdica que les provea de alegría y motivación.
Es por ello que en CAPI queremos que los niños sigan asombrándose, en consideración con su libertad y su autonomía; buscamos proveerlos de aprendizajes que cubran sus necesidades en diferentes áreas, mediante el respeto de su sensibilidad, ritmos y características propias, les ofrecemos atención personalizada en un ambiente de confianza, pero sobre todo en donde lo importante es su aprendizaje, bienestar y desarrollo.
Licenciada en Pedagogía con título otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es Licenciada en Pedagogía en el área de Psicopedagogía por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Pasante de la Maestría en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Terapeuta de Lenguaje y aprendizaje con 12 años de experiencia, actualmente trabajando como Terapeuta de Lenguaje y Aprendizaje Individual y en la Secretaría de Educación P´blica (SEP).