Se habla de un problema de ansiedad cuando existe excesivo miedo o preocupación sobre temas cotidianos: por ejemplo acerca de la situaciones de la vida, por el estado actual de salud, sobre las relaciones familiares o sociales, el trabajo, etc.
Se trata de una reducción en la capacidad de llevar a cabo de forma independiente una o más de las actividades básicas de la vida diaria , por ejemplo bañarse, vestirse, comer, ir al baño y moverse dentro de la casa.
Son los sentimientos de abrumo que presenta una persona cuando diariamente debe lidiar con la responsabilidad de estar al cuidado de una persona y se puede acompañar de ira e irritabilidad. Además puede experimentarse ansiedad por el esfuerzo físico y mental, así como el consumo de los recursos económicos.
Se trata de un descenso en las capacidades de comunicarse generalmente asociado a una enfermedad (p. ej. Demencia) o a un trauma. Ocasiona dificultad para comprender instrucciones o información de las personas a su alrededor y de expresar sus necesidades. Puede también ocasionar depresión, ansiedad y aislamiento social por darse cuenta del deterioro.
Pueden clasificarse en varias áreas:
El abuso en el anciano puede observarse poniendo atención en los siguientes signos: físicos (marcas de golpes o quemaduras, fracturas), sexuales (dolor vaginal o sangrado), financieros (facturas sin pagar, firmar documentos que no entiende o el cuidador está muy interesado en su situación económica) y emocionales (problemas para dormir, depresión, llanto o confusión.
La negligencia es la falta de cuidados o la omisión de acciones que afecten la salud del adulto mayor. Algunos signos de negligencia son falta de agua y comida, infestación de plagas en la residencia, falta de medicamentos necesarios y pobre higiene personal.
Las caídas son un severo problema cuando le ocurren a un adulto mayor, son generalmente reportadas por la propia persona o por algún familiar, pueden ocasionar fracturas y generar una reducción en las actividades de la vida diaria, sobre todo, a causa del miedo o la depresión que aparece junto con el pensamiento de volverse a caer.