Esta etapa de la vida, como todas, presenta obstáculos, unos de ellos son los siguientes: la tristeza, que se genera por sentir el rechazo de los demás y por eso en ocasiones surge el aislamiento. Respecto al tema de la pareja por ejemplo: cuándo el esposo se jubila, la mujer siente invasión del espacio ya que antes ella lo controlaba porque era su terreno y él no sabe qué hacer con su tiempo libre, ahora es necesario definir límites de los espacios donde cada uno pueda actuar independientemente, para evitar que se lleguen a perder la estima y el respeto, y aparezcan problemas como la ansiedad, la tensión y la depresión.
Pero como todo, también tiene su lado bueno ya que el ser abuelo o disfrutar a los sobrinos enciende el deseo de sobrevivir, se acepta la propia mortalidad ya que pasado y futuro se funden en el presente y también se da la oportunidad de experimentar una nueva relación, diferente a la del padre, y esta se disfruta más.
El adulto mayor debe realizar un trabajo interno que le permita aceptar la propia historia como la única posible y también para aceptar que todo tiene un principio y un final. Es importante que en esta etapa se apoye al adulto para que no viva solo estos cambios, y se le acompañe siempre con respeto y sin dañar su integridad. Este proceso también es muy difícil para la familia ya que implica varios cambios en la dinámica y también implica pérdidas. Habrá familias que puedan superar esta etapa solos, pero hay otras que necesitan ayuda por que no saben cómo manejar la situación, y ya que esto les afectara a todos es conveniente que se acerquen a pedir orientación psicológica para que los acompañen y los ayuden a atravesar por éste proceso con más herramientas.
“Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida”. Pitágoras