La adolescencia es una etapa en la que el individuo tiene la necesidad de autoafirmarse, buscar y definir su identidad, su erotismo y sexualidad y de pertenecer a un grupo o grupos. Esto los lleva algunas veces a sobre exponerse, a incurrir en conductas y comportamientos que los pongan en riesgo ya sea porque alguien se lo pide o por diversión, o por la identificación con ideas opuestas a los padres, pero también para sentirse bien y de esta forma autoafirmarse, impresionar o sentirse aceptados.
Algunos de estos riesgos o peligros, son la suplantación de identidad, el sexting, el acoso escolar (bullying), el acoso cibernético (cyberbullying), grooming, entre otros, que a su vez traen consigo otras grandes consecuencias o problemas que se han convertido en temas de interés mundial por la complejidad y repercusiones sociales, psicológicas y legales, como son la prostitución, el suicidio, conductas autolesivas (cutting) y otras conductas que atentan contra la salud biopsicosocial de nuestros adolescentes.
Ante estos riesgos que se enfrentan nuestros adolescentes es necesario que los padres de familia, docentes, profesionales de la salud y otros adultos, aporten en la vida del joven información y estrategias de protección. Todos podemos ser agentes relevantes en la prevención de riesgos y asà disminuir las posibles consecuencias negativas para ellos a través de la psicoeducación.
Desafortunadamente, México es el primer lugar en sexting en toda América Latina, en una encuesta efectuada en el 2011 a más de 10 mil estudiantes mexicanos entre 12 y 16 años mostró que casi el 36.7% de estos jóvenes admiten haber enviado imágenes de desnudos o semidesnudos propios a conocidos o extraños o bien, conocen a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo, y el 10,2% envió mensajes de e-mail, WhatsApp o de SMS con insinuaciones sexuales, a esta conducta se le llama sexting.
El sexting consiste en el envÃo de contenidos de tipo sexual, principalmente textos acompañados de fotografÃas y/o vÃdeos, producidos generalmente por el propio usuario a otras personas por medio de teléfonos móviles u otros dispositivos tecnológicos.
El sexting, puede empezar por diversión, con frecuencia los adolescentes no son conscientes de que esta práctica puede poner en peligro su intimidad e integridad, no se dan cuenta del alcance que puede generar enviar este tipo de contenido a otros, pocos tienen presente que una vez enviado este tipo de contenido pierden el control sobre ellos, sin saber por cuántas personas puede ser visto y difundido voluntaria o involuntariamente, inclusive de ser vÃctimas de extorsión, chantaje, cyberbullying e incluso pornografÃa infantil.
El cyberbullying es el hostigamiento y acoso psicológico entre pares o iguales, que produce marginación, discriminación y maltrato durante cierto tiempo, con la finalidad de producir daño mediante la utilización de internet, celulares, videojuegos en lÃnea, aplicaciones, plataformas, etc., al difundir información sensible o confidencial, datos difamatorios, discriminatorios, comentarios de odio y agresión, entre otros. Se debe resaltar que en el cyberbullying tiene que haber niños, niñas y adolescentes en ambos extremos del conflicto para que sea considerado como tal. Si hay presencia de un adulto, estamos ante otro tipo de cyberacoso llamado grooming.
El grooming es el acoso sexual por parte de un adulto a un menor de edad a través de los medios tecnológicos antes mencionados. El grooming suele comenzar con un pedido de foto o video de Ãndole sexual o erótica, por lo regular estos adultos utilizan perfiles falsos para engañar al menor y con ese material continuar chantajeándolo, ya sea para que siga enviando contenido que atente contra su dignidad e integridad hasta convertirse vÃctima de abuso o acoso sexual por parte de redes.
Por lo anterior, urge considerar los factores y conductas de riesgo, para llevar a cabo un trabajo preventivo, y como agentes de prevención, promover la salud fÃsica y mental de nuestros adolescentes, potenciando actividades de ocio saludable, fomentando la mediación activa de los padres, generarles confianza, realizar escucha empática y activa, llevar una comunicación asertiva, diálogos sobre lo que sucede en internet y en la vida misma, siempre promoviendo la educación en positivo, que les permita a ellos desarrollar una adecuada autoestima y habilidades sociales para prevenir y sensibilizarlos a un uso responsable y sano sobre la convivencia digital, el uso correcto y seguro de los diferentes medios tecnológicos de información y comunicación, asà como el resguardo y medidas de autocuidado de él mismo y de los suyos, siempre en pro de la vida y de la salud fÃsica mental y social.
Referencias bibliográficas:
Licenciada en Pedagogía con título otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es Licenciada en Pedagogía en el área de Psicopedagogía por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Pasante de la Maestría en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Terapeuta de Lenguaje y aprendizaje con 12 años de experiencia, actualmente trabajando como Terapeuta de Lenguaje y Aprendizaje Individual y en la Secretaría de Educación P&úacuteblica (SEP).