LA AUTOESTIMA INCONDICIONAL: Es el aceptarnos a nosotros mismos tal como somos, independientemente de que cometamos ciertos errores o de la forma como pueden hacernos sentir ciertos fracasos de algún tipo de proyecto que hayamos realizado o por no ser aceptados por los demás; ya que nuestro valor como personas no depende de ninguno de estos sucesos y sabemos que es parte de las experiencias de la vida.
LA AUTOESTIMA BASADA EN HECHOS: Es enseñar a ser proactivos durante la infancia, las cosas muchas veces nos las pueden dar elaboradas todo el tiempo.
En la adolescencia se pone a prueba la autoestima incondicional ya que se pueden dar de golpes mientras los papás les han hecho creer que todo es bueno. Y en el caso de la autoestima basada en hechos en la adolescencia, se puede distinguir que hay inseguridad, sin embargo, esto puede ocurrir hasta cierta edad de joven porque se va generando con el tiempo mayor seguridad con las herramientas necesarias que le ayudarán al adolescente joven a salir de los conflictos por sí mismo.
La autoestima en la adolescencia es uno de los factores de bienestar en el individuo. Cuando no se tiene una autoestima incondicional es más probable que se genere algún tipo de problema psicológico o lleve a conductas que nos perjudiquen a nosotros mismos, por lo que una autoestima basada en hechos, nos va a permitir sentir seguridad de lo que llevemos a cabo, de igual forma a aprovechar el potencial que tenemos cada uno, considerándolo de una forma positiva, esto puede proporcionarnos una satisfacción personal adecuada.
La adolescencia es un paso donde existen ciertas inseguridades en esta etapa del desarrollo, a nivel hormonal puede ser peligroso, y pueden sentirse ciertas inseguridades que son normales mientras las pueda llevar a cabo por sí solo el adolescente. La autoestima es la percepción por nuestro propio valor en la adolescencia donde no existen evidencias, estamos en un volumen vital, los cambios surgen, y se muestra un gasto de energía constante, en la adolescencia se producen diversos cambios sociales, familiares y emocionales, en donde nos encontramos en un cambio constante con altas y bajas. Si esta percepción de nuestro propio valor no llega a un mínimo, la imagen estará en cambio constante y nos tenemos que ver inmersos en grupos de amigos donde queremos ser aceptados y el problema puede ser el autoconcepto que tengamos de nosotros mismos. En la edad adulta esto puede generar mayor problema ya que no se tuvieron las bases necesarias para poder afrontar una adolescencia sana.
Es importante distinguir el autoconcepto bajo que pueda generar el adolescente de sí mismo así como la dificultad para asumir los retos de la vida, al igual que la percepción que tienen de él, para identificar de qué forma los padres pueden apoyar a los hijos a cambiar y lograr modificar esta percepción que tienen de sí mimos.
La adolescencia puede ser un momento de cambios constantes y cambios drásticos. Como padres o participantes de la crianza de los chicos, podemos hacer lo siguiente para que el adolescente tenga una autoestima más sana:
Pensar que todo es transitorio que todo esto va a pasar y que la inseguridad es solo una etapa, y que la adolescencia es una enfermedad que se cura con el tiempo.