Estas son algunas de las preguntas que en innumerables ocasiones he escuchado por parte de las parejas que acuden a terapia, interrogarse por qué ellas han sido poco amadas y valoradas se vuelve común, mientras que en ellos hay una demanda evidente de respeto.
Ella llega al consultorio llorando con tal amargura que pareciera le estuvieran desgarrando la garganta, inconsolable, en su cara se dibujaba no sólo tristeza, sino también la cara del enojo, mientras se frotaba la cara para secar las lágrimas. Ella me hacía preguntas acerca de por qué él nunca la había amado, por qué nunca había valorado todos los esfuerzos que había hecho para que la relación saliera a flote. Él por su parte se encontraba absorto, en verdad parecía que no entendía las palabras de su esposa, como si estuviera hablando en arameo. En su cara se reflejaba frustración, tristeza y enojo, como si quisiera escapar, desaparecer las cuatro paredes del consultorio y salir corriendo. Cuando él comienza a hablar se hacen evidentes las faltas de respeto que ha vivido a lado de su mujer, en ciertas ocasiones ella lo ha llamado perdedor, de poco carácter, mal esposo, entre otros adjetivos. Pasando los minutos con gran tristeza, ella menciona que su vida sexual es un fiasco, él no la busca, la evita y pocas veces reacciona ante las insinuaciones de ella para tener intimidad.
¿Qué sucede con esta pareja que pareciera que la falta de sentirse amada y la falta de sentirse respetado y valorado los distancia como si se abriera una brecha que los coloca a miles de kilómetros de distancia? Menciona el Dr. Emerson Eggerichs que “cuando un esposo siente que no es respetado, tiene una tendencia natural a reaccionar de manera que la esposa siente como falta de amor».
Acceder a este tipo de enganche donde hay una carencia de amor y respeto, será sumamente fácil para ambos. El hecho de que la pareja reconozca que se encuentra enganchada en este círculo vicioso ayudará a entender las propias emociones y los patrones de conducta que ya se tienen marcados y aprendidos, lo ideal sería tener el control y que esposa y esposo aprendan a satisfacer mutuamente sus necesidades de amor y respeto.
Pareciera que para algunas parejas la mejor forma en la que una esposa pudiera mostrar amor, dice el Dr. Emerson Eggerichs, a su esposo es “respetándolo en las formas que sean significativas para él, por consiguiente ese respeto lo hace sentir el amor que su esposa tiene por él y aviva en él sentimientos de amor hacia su pareja”.
Mientras ella lloraba amargamente por la falta de intimidad, él le decía que cómo podría acercarse a ella, cómo podría desear estar con alguien que lo hacía sentir como un mal esposo y como un mal padre. Él reclamaba que ella se imponía en todos los sentidos y lo hacía sentir como un perdedor, desde hace años ella no le daba una prueba de respeto a él y él por su parte mostraba más bien desamor a su pareja.
Es común encontrarnos con parejas con una vida sexual poco placentera, en donde el varón refiere tener poco deseo por ella o no saber cómo propiciar un encuentro íntimo y amoroso, ellas por supuesto ante la poca intimidad se sienten poco valoradas y amadas, generando una brecha de kilómetros de distancia entre la pareja, de esta manera ambos alimentan el enganche de no amor, no respeto.
Es como si él al no entender que lo que ella pide con enojo es amor, él más se distanciara por no sentir ese respeto, y mientras él no sienta ese respeto no podrá mostrarle amor, de ésta manera la falta de amor y respeto mermaran los encuentros sexuales placenteros e íntimos. Recuerdo a un paciente decir: ¿cómo puedo querer estar con ella cuando todo el tiempo se queja de mi persona?
¿Qué pasaría si pudiéramos observar con un poco más de objetividad las necesidades de la pareja? ¿Será que la diferencia de género marca una divergencia en la forma como nos comunicamos y entendemos?
Para que la pareja pueda tener un grado de entendimiento deben darse cuenta que se comunican en códigos. Y el problema es que no saben cómo descifrar los mensajes que se envían el uno al otro, además que cada uno le da importancia diferente a las cosas y eso se encuentra marcado por la diferencia de género. Como dice el Dr Emerson “lo que yo digo no es lo que usted oye, y lo que cree que oyó no tiene que ver en absoluto con lo que yo dije”.
Mientras ella le decía que era poco hombre por no querer tener intimidad con ella, él entendía que era poco hombre porque no la satisfacía, ambos entendían algo completamente diferente de lo que estaba pasando en el consultorio.
Cuando una pareja logra entender que ambos se comunican en códigos y que actúan de forma diferente por una real diferencia de género, es posible que en ese momento pueda haber un entendimiento, es como si ella para ver se pusiera los lentes rosas y él los lentes azules, obviamente cada uno verá algo diferentes.
Lo que para ella era un síntoma claro de desamor, ahora pueda tener otro significado si logra ponerse los lentes azules. Lo que el interpretaba como una falta real de respeto ahora se torna en una demanda real de cariño.
Es evidente que cuando la pareja entra en esos círculos y se enganchan, pueden perder de vista los otros significados que hay alrededor de un solo evento, para él será inaguantable poder tener intimidad con ella y hacerla sentir amada, mientras no se sienta valorado y con un lugar de respeto, por el otro lado ella no parará de insultar mientras no se sienta amada.
Esto nos lleva a reflexionar acerca de qué tan abiertos estamos para poder y/o querer cubrir las necesidades de nuestra pareja, necesidades que parecieran no ser evidentes, pero que si nos ponemos los lentes del color rosa o azul, éstas podrán ser vislumbradas. Definitivamente para lograr una vida sexual íntima y placentera siempre será necesario el baile del amor y el respeto en la danza de la pareja.
Pedir ayuda a tiempo puede hacer una gran diferencia, en ocasiones las parejas llegan tan desgastadas en este círculo de falta de amor y respeto, que se torna mucho más difícil trabajar con la distancia, falta de intimidad y desamor. Recuerda que en CAPI hay psicólogos especializados que te podrán ofrecer una orientación eficaz y objetiva.
Bibliografía: