Cada uno de los miembros obtiene muchos beneficios al tener la sensación de ser comprendido y de identificarse con otros casos tal vez similares.
El formato de terapia de grupo, da un sentido de pertenencia, evita el sentirse aislado, sólo o incomprendido pues los pacientes dejan de sentir que son los únicos que han sentido o vivido ciertas emociones y experiencias. Además, ayuda a encontrar nuevas formas de relacionarse con los demás y de mantener la relación.
Durante el seguimiento de las sesiones, cada miembro del grupo y el grupo en general, recrean ciertos patrones que todos tenemos al momento de generar relaciones y en nuestra interacción con éstas. Estos patrones pueden funcionarnos en algunas ocasiones y en otras resulta disfuncional, y más allá de eso no sabemos cómo salir de crear, recrear y generar estos patrones de relación, haciendo de esto un círculo vicioso.
Al estar en un grupo seguro y confiable, se vislumbran otras alternativas de cómo los demás se relacionan consigo mismos y con los demás, esto abre el campo de posibilidades y se crea un espacio creativo donde se pueden experimentar nuevas formas de hacer y conservar las relaciones, y al mismo tiempo nuevas formas de relacionarse con uno mismo.
Una terapia de grupo puede beneficiar desde que inicia, aunque la participación de algunos sólo sea escuchando a los demás, poco a poco podrán ir hablando, retroalimentando a los demás, comentando por qué entraron al grupo y decir con mayor confianza sus preocupaciones y miedos actuales. Cada integrante es responsable de qué información comparte, cuánta información y en qué momento la va a compartir.
Los integrantes se dan cuenta de que tienen muchas cosas en común con los demás, de ésta forma, se va formando un ambiente empático, los miembros funcionan como espejo y reflejan aspectos de tu forma de ser, puedes de ésta forma reconocerlas en ti y decidir si las quieres modificar o cambiar. Se logra así, un conocimiento profundo a nivel individual.
La primer tarea del grupo es entablar una atmósfera de confianza y respeto, para eso los terapeutas están entrenados y saben cómo conducir al grupo para que se desarrolle de ésta manera.
Es común que en un inicio los pacientes sientan cierto retraimiento, esto es normal al exponerse a un grupo, sin embargo, con el tiempo se van trabajando temas que son universales y a pesar de eso cada uno lo ha vivido de diferente manera. Lo anterior nutre al grupo de nuevas experiencias, de diferentes formas de pensar y abre posibilidades de solución a diferentes dificultades; la mejor parte es que todo ese aprendizaje se puede practicar dentro del grupo para después llevarlo a la vida cotidiana.