Mitos sobre la terapia de pareja. Psicologos CDMX

Mitos sobre la terapia de pareja

enero 17, 2014
¿Has acudido a terapia de pareja? ¿Cuáles son tus ideas al respecto?La mayoría de las personas tenemos ideas preconcebidas con respecto a la terapia psicológica y dependiendo el enfoque de cada terapia pueden ser ciertas o considerarse mitos.

En mi experiencia, he observado que los mitos más comunes al respecto son:

La terapia se inclina a favor del matrimonio, en contra del divorcio: cierto es que cada pareja inicia un proceso psicológico con diversas expectativas: algunos se plantean como objetivo encaminar el proceso hacia un buen reencuentro, otros hacia el fin de la relación bajo los mejores términos, en algunos casos acuden sin tener clara ninguna opción, etc. Partiendo de lo anterior,  no necesariamente se busca que ambos decidan continuar la relación.

Cuando se presenta una crisis, las situaciones pueden tornarse confusas y tomar decisiones en un momento así en ocasiones suele ser riesgoso. En el proceso psicológico se promueve la escucha, la empatía y se explora la flexibilidad de cada uno de los miembros de la pareja. Por medio de preguntas inducidas a la reflexión, ejercicios, retroalimentación y algunas otras herramientas se realiza un trabajo intelectual, emocional, conductual, etc. que fomente que los miembros de la pareja tomen la decisión más adecuada, promoviendo el establecimiento de acuerdos y construyendo nuevas posibilidades que nos lleven a que ambos resuelvan situaciones estresantes de la mejor forma.

Tardaremos años en solucionar el problema: es común que las personas acudan a terapia luego de haber intentado varias veces encontrar una buena solución a su problema, de ahí que se crea que debido a que llevan mucho tiempo en este intento se toma el mismo tiempo encontrar la solución. Sin embargo; no hay una regla que apunte a ello o lo contradiga. En mi experiencia, cada pareja tiene su propio ritmo de trabajo, en el que influyen la claridad de los logros que desean del proceso, la flexibilidad y apertura a la reflexión y el cambio y la constancia y responsabilidad que se asuma durante el proceso. Así, la durabilidad del proceso puede variar dependiendo cada pareja y terapeuta.

El o la terapeuta nos dará la solución: es cierto que el o la terapeuta debe contar con los conocimientos que le permiten guiar a la pareja a construir soluciones de bienestar y que debe conducirse con una postura ética y responsable pero esto no es sinónimo de que el terapeuta asuma la responsabilidad de literalmente decirle a la pareja que solución adoptar.

Las habilidades del terapeuta y la apertura de la pareja están encaminadas a promover tal grado de reflexión en las personas, que les permita mirar todas aquellas habilidades y fortalezas propias y de su pareja, contemplar opciones que posiblemente no se habían contemplado, realizar cambios que la persona considere necesarios y encaminarse a experiencias de bienestar común.

De tal suerte que al fin del proceso, la pareja haya tomado mejores decisiones de acuerdo a sus necesidades y expectativas de vida.

En mi experiencia, han sido gratificantes los testimonios de los pacientes, cuando al finalizar su proceso comentan no solo haber resuelto sus dificultades, sino cambiar su perspectiva acerca de la terapia y el rol del terapeuta.

El terapeuta le da la razón a quien la tiene: en un proceso psicológico, no se considera la idea de que exista una verdad absoluta o una realidad única. Esto podría provocar cierto descontrol, pues generalmente contemplamos que todos los seres humanos vivimos en la misma realidad. Sin embargo, la mayoría de las parejas acuden a terapia porque se les dificulta concretar acuerdos. Lo anterior se debe a que cada uno vive las situaciones de acuerdo a su experiencia, ideología y forma de ver la vida.

En algunos casos las parejas se centran en la intención de que el terapeuta apruebe o desapruebe cada versión del problema o postura ideológica. Lo anterior solo deriva en una lucha de poder que no contribuye a mejorar el proceso.

El terapeuta, debe vincularse con ambos miembros de la pareja en una relación de escucha y empatía, sin tomar partido por ninguno, fomentar la escucha entre ambos, y realizar acciones que fortalezcan apertura para expresar sus opiniones y escuchar las del otro.

Solo se acude a  terapia de pareja para resolver problemas: esta afirmación resulta ser ambigua, ya que depende en gran medida de lo que estemos considerando al mencionar la palabra “problema”.

Al proceso psicológico acuden parejas con gran dificultad para llegar a acuerdos, con una comunicación poco efectiva, etc. Sin embargo, hay ocasiones en que las parejas no detectan algún problema en particular o simplemente acuden debido a que consideran que atraviesan por un momento de monotonía en su relación y desean abordar el tema con un especialista, o buscan mejorar habilidades que les permitan fortalecerse.

Así, podemos decir que no sólo los problemas llevan a terapia a las parejas, sino necesidades o deseos de mejorar su calidad de vida.

Las parejas que acuden a terapia nunca más experimentan situaciones difíciles: esto es falso, si consideramos que las situaciones difíciles no se generan únicamente en la pareja. También existen otros factores que pueden o no causar estrés como la situación laboral, familiar, etc. Lo ideal es encaminar la terapia hacia el descubrimiento de habilidades para evitar en lo posible estas situaciones de estrés y que la pareja aprenda a resolver aquellas situaciones difíciles que le sean inevitables.

Por otro lado, es importante contemplar que cuando se concluye un proceso estamos atravesando por cierta etapa de nuestra vida que nos lleva a ver las situaciones de cierta forma y construir soluciones y opciones que nos enriquecen en cierto momento de nuestra vida y que posiblemente en un futuro nuestra experiencia y aprendizaje nos lleven a plantearnos necesidades distintas. Así, no hay tampoco una regla que diga que sólo podemos tener un proceso terapéutico o que debemos acudir a terapia en tanto una dificultad se nos presente, esa es una decisión que cada pareja debe tomar de acuerdo a las necesidades de cada etapa de su vida.

En CAPI encontraras terapeutas profesionales de parejas con experiencia.

CAPI. Clínica de Atención Psicológica Integral

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