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La sociedad es la encargada de determinar los estándares y las características de lo “ideal”, sin embargo de manera individual también existe una tendencia a idealizar, lo que significa: agregarle características particulares e inalcanzables a ese estándar de ideal social, lo cual complica enormemente su cumplimiento, el encontrar al príncipe azul o a la princesa encantada. Sternberg (1999) afirma que cada individuo tiene una historia o concepción del amor ideal; cada humano tiene establecido o preconcebido el ideal de lo que debe ser la expresión del amor en la relación de pareja. Lo que nosotros pensamos como mexicanos al respecto de la pareja ideal es diferente de lo que piensa un inglés, incluso dentro de la misma sociedad existe una gran variedad de construcciones del ideal.
Por lo general las características que construyen una idealización son características que llevan a una persona o relación perfecta e inalcanzable. Lo cual se debe al simple hecho de que todos los seres humanos, sin excepción, somos imperfectos, lo que a su vez imposibilita que se establezcan relaciones perfectas. En una relación de pareja siempre va a ver diferencias, desacuerdos, puntos de vista diferentes, conflictos y dificultades ya que somos personas diferentes, además estas situaciones son las que hacen que una relación de pareja crezca, madure, evoluciones y arregle los detalles que hacen falta para una mejor convivencia.
El “ideal” nos marca un: “y vivieron feliz para siempre”, lo cual si lo analizamos es algo irreal y limitante. El verdadero problema viene cuando nos empeñamos a aparentar tener ese ideal a la perfección y no hay más opciones en el tipo y estilo de relación que se pueda establecer, en otras palabras se niega y se prohíbe la existencia de diferencias en la relación.
Cuando se idealiza una relación no se ve, no se vive, no se acepta la relación que uno construye, todo el tiempo existe una evaluación y una comparación con el modelo idealizado, el cual es irreal e inalcanzable. Y por lo general la pareja y la relación que se tiene siempre sale mal parada, lo que genera sentimientos de frustración y enojo culpando al otro de no cumplir los estándares ideales, llevando a la necesidad de querer cambiarlo y ese si es un verdadero problema, ya que el surgimiento de críticas, juicios negativos y las quejas constantes con lleva la separación y distanciamiento inminente de la pareja. La idealización que tenemos alrededor de la pareja y relación perfecta nos impiden ver que aunque la pareja o la relación no sea perfecta, se tiene la oportunidad de obtener amor, apoyo, comprensión, eso que estamos buscando y lo que una relación de pareja ideal debe de dar.
Los especialistas del área realizaron una gran cantidad de estudios para establecer las características de una relación. Los cuales comenzaron a establecer un listado de rasgos que la gente prefería o tenía como ideal, encontrándose que había tantos como encuestados, lo que significaba que el objetivo que querían alcanzar era imposible. Por lo que tuvieron que plantear otro término el cual es la pareja funcional, el cual es un término que no tiene nada que ver con lo ideal, ni lo perfecto, pero mucho más claro, real y alcanzable. Pues al final de todo es lo que en realidad uno busca, una pareja con la cual funcione una relación.
Una pareja funcional es aquella que permite un desarrollo emocional, físico, mental, profesional, social, económico, etc., en todas las áreas, además de un apoyo y un acompañamiento para el alcance de dichas metas individuales, así como el establecimiento de metas en conjunto y su cumplimiento. Dentro de este tipo de pareja se permite la diferencia y el conflicto por que lo importante no es no tener diferencias, sino superarlas con éxito.
Los conflictos, las diferencias y dificultades siempre existirán. Enfermedades, problemas económicos, familiares, malos entendido, etc. Lo cual no hace que la relación o la pareja estén mal. Lo que perjudica o beneficia a la pareja es la rigidez y la forma de afrontar las dificultades y deferencias que se presenten.
No existe la pareja ideal, ni la relación ideal, ni podemos aspirar a un ideal, ya que no existe, pero sí podemos hacer el esfuerzo para mejorar, lo cual es a través de amor, comunicación, perdón, comprensión, pero sobre todo aceptación. Y si vemos que cuesta trabajo nada como la ayuda de un profesional, ya que la funcionalidad es mejor que la idealización.
Estudió en la Facultad de Psicología de la UNAM, la Maestría en Psicoterapia de pareja y familia en el Instituto de Terapia Familiar CENCALLI, certificación nivel II en Psicoterapia asistida por equinos, avalado por EAGALA, cuenta con Diplomados en: Trastornos de la Alimentación (cursado en Monte Fénix), Enfermedades Psicosomáticas (en Circulo Psicoanalítico), Nutrición Biodirigida y Homeopatía (ambos avalados por la Escuela Latinoamericana de Educación en Salud Integrativa), Psicoterapia con enfoque psicoanalítico en pareja (avalado por APM), especialización en terapia de pareja (IFAC). Cursando actualmente un Diplomado en las diferentes configuraciones familiares en el Instituto de Psicoanálisis de Pareja y Familia.
Tiene experiencia laboral de 16 años como psicoterapeuta. Laboró 5 años en AVALON Centro de atención para la mujer, como psicoterapeuta de cuidado continuo, realizando pláticas a padres de familia y psicoterapia grupal. Posteriormente trabajó en Máxima Perfección, por un año, como psicoterapeuta en el tratamiento multidisciplinario de la obesidad. Y tiene 10 años de experiencia como psicoterapeuta de pareja y familia en el Centro de Atención Psicológica Integral, CAPI
