Toma un momento, baja de tu vertiginosa realidad y siéntate, respira, obsérvate “desde dentro”. Pega tu espalda al sillón en el cual te encuentres sentado, pon tu espalda recta, coloca tus pies bien asentados en el piso; exhala e inhala con consciencia… siente todo cuerpo. Respira y contéstate, ¿desde cuándo te alejaste de ti mismo? Cuáles eran tus objetivos, tus metas, tu ilusión… ¿Dónde quedaron? ¿Se perdieron en el trayecto en el que te convertiste en un “adulto” para cumplir con las expectativas sociales? ¿Dónde quedó aquél/aquella a la que le daba vuelcos el corazón por la emoción de alcanzar sus metas?… ¿Renunciaste?… Sé que son demasiadas preguntas pero también sé que tal vez estás dispuesto/a a regresar tus sueños.
Visualiza, vuelve a ese niño que quería realizar sus sueños. Quizá en ese entonces tenías otros sueños, es cierto, has cambiado, has crecido. Sin embargo, es necesario reestablecer el contacto con el que se permitía pensar, fantasear, imaginar, y nuevamente reconocer que todo es posible. Regresa al que sonreía ampliamente cuando proponía a la vida muchas metas… ¿ya lo tienes?
Perfecto, ahora, en tu hoja escribe tu sueño. No le pongas filtro a tu imaginación, permítete soñar nuevamente, sonríe, disfruta. A veces no tenemos claridad de cuál podría ser un sueño. Un sueño es todo aquello que hace que sonrías, que tu corazón brinque de gusto y que tiene una fecha para hacerlo realidad.
Frecuentemente cuando hago este ejercicio a mis consultantes, refieren querer más dinero. Y mientras profundizamos en su respuesta, ellos se dan cuenta que quieren más dinero para acceder a experiencias que les generen bienestar, salud, alegría o algún otro valor intangible. Cualquiera que haya sido tu respuesta por favor medita, examina y observa si detrás de lo obvio se encuentra algo que esté relacionado con aquello que no se puede comprar y que se refiera a una experiencia de bienestar.
Y, ¿esta experiencia es la que realmente deseas? Si tu respuesta aún no es un sí rotundo, te pido que vayas más profundo y cuando tengas tu respuesta, mantén fija esa imagen en tu mente, no la pierdas de vista. Ahora ve a tu pecho, a tu corazón, a esa sensación de calidez… Esta es la respuesta afirmativa de este núcleo que no miente, acércate a los mensajes de tus sensaciones corporales y te darán la pauta para proseguir en tu camino hacia la consecución de tu objetivo. ¿Ya identificaste esa sensación en tu pecho?, respira conscientemente, siéntelo, permítelo, asimílalo…Y sigamos adelante.
Ahora, el siguiente paso es: detalla a profundidad todo lo que deseas: en todas tus relaciones y dimensiones. Incluye la física, mental, emocional, espiritual o de trascendencia e incluye a todas las personas que quieras ver en tu realidad próxima…
Nuevamente te repito, no pongas filtro a tu mente, déjala que extienda sus alas y se caliente al calor del palpitar de tu corazón, y de esta forma entrarás en contacto con la certeza. Haz coincidir a tu mente y tu corazón, deja entrar en sintonía a tus metas con la calidez de tu sentir… Nuevamente, exhala, inhala, percibe tu cuerpo… Centra tu atención en tu pecho y ahora expande esa sensación a todo tu cuerpo, no lo pienses, sólo permítelo, tu cuerpo sabe cómo hacerlo. De niño lo hacías, cuando estabas en contacto con aquella esencia… cuando te divertías. Percibe, juega, siente…
Ahora que tu cuerpo está inundado de esta sensación confía y visualiza que ya tienes el resultado que esperas. Empieza a dar cada uno de los pasos que requieres para llegar a tu sueño… Quizá no esté muy cerca pero comienza a caminar, da el primer paso, y sigue, el segundo, prosigue, y, ¡sí!, te aseguro que vendrán contratiempos, situaciones que harán que dudes, tambalees y quieras desistir del camino pero, nuevamente, toma un profundo respiro, quizá sea necesario que te sientes para recuperar tu ritmo y rumbo,…pero no dejes de visualizar tu meta. Será difícil, sí, así es, pero no abandones tu sueño pues nuevamente te abandonarás a ti mismo. Empieza nuevamente, recuerda que para realizar tu sueño hay que ser consistente contigo mismo y con tu sueño, da un poco más de ti mismo, este es el “entrenamiento” que requieres para llegar a “tu cima”. También, es probable que llegue un momento en que la frustración y el desencanto nublen tu panorama y te hagan desistir de él; sin embargo, vuelve a sintonizar con tu brújula. ¿Cuál es tu brújula?, tu corazón; ahí están tus más genuinas respuestas, las que nacen de tu real ser, de aquello que tu alma quiere manifestar…Si te has perdido nuevamente, retoma lo que escribiste en tu hoja, obsérvate desde dentro, respira, cobra aliento de vida, vuelve a iniciar y continúa caminando.
Ahora vamos un pasito más allá, date cuenta de todo lo que piensas, descubre los discursos mentales que te limitan y comienza a darle dirección a tu mente. Te recuerdo, tu mente es tuya, y te pertenece, no tú a ella. Respira conscientemente, date cuenta de lo que te dices, retoma tu hoja, relee tus metas, visualízalas, siente tu pecho, llénate de emoción y prosigue con tu meta. En el proceso de retomarte, te darás cuenta que un obstáculo que normalmente se interpone entre tú y tus sueños, son pensamientos y no realidades, así que no luches con tu mente pero elige ahora lo que quieres pensar. Entrena a tu mente para que genere pensamientos inspiradores, que te hagan ir hacia donde quieres ir, no hacia los lugares que te obstaculizan y no te dejan avanzar.
Recuerda hacerle como los niños: diviértete en tu proceso pues te recuerdo que sólo tienes hoy para construir tu sueño, mañana será nuevamente hoy y volverás a proseguir en tu camino. Haz que tu hoy te lleve paso a paso de regreso a lo que tu esencia deseaba desde un inicio. ¡Regresa, recuerda tu sueño original!
¡Y si crees que tu brújula no “enciende más” o que tu mente se ha adueñado de ti o si crees que requieres un guía en tu camino, te sugiero solicites una cita en CAPI, Clínica de Atención Psicológica Integral, para lograr aquello que tu escencia clama por hacer realidad!
Con mi más profundo deseo de apoyarte en hacer realidad tus sueños…
Psicóloga Clínica egresada de la Facultad de Psicología de la UNAM. Titulada con mención honorífica, cursó un diplomado en Tanatología por el INMEXTAC. Tiene una especialidad en terapia psicocorporal por el Centro Yollocalli; así como experiencia en el abordaje de adicciones, trastornos de alimentación, depresión y codependencia en Avalon. Ha trabajado en investigaciones dentro del IMSS, el tema de violencia intrafamiliar y de pareja. Ha realizado acompañamiento institucional y privado con un equipo interdisciplinario con médicos psiquiatras, psicoanalistas y terapeutas de otras corrientes. Cursó además un seminario de pareja bajo un enfoque psicoanalítico. A la fecha se encuentra en estudios para la aplicación de técnicas de meditación para distintas afecciones o padecimientos.
Actualmente realiza talleres, da cursos y conferencias con diversos temas para estudiantes, padres de familia o personas que se encuentran en el desarrollo y equilibrio de sí mismos. Es especialista en la Clínica de Atención Psicológica Integral, CAPI.