En su obra El hombre light, E. Rojas puntualiza que la primera inclinación del ser humano y hacia la que apuntan todos sus esfuerzos, aun en las situaciones más difíciles es: la felicidad.
Haremos referencia especialmente al segundo momento pero, ¿qué significa tener un proyecto de vida?
La felicidad supone entonces encontrar un programa de vida atractivo, satisfactorio, capaz de llenar y que sea el elemento complementario de la existencia, el texto de nuestra autobiografía. La vida es el argumento y el proyecto es su contenido.
El proyecto debe ser personal, y como protagonista del mismo, su arquitectura la elabora uno mismo según las preferencias de cada uno. No hay que perder de vista la distinción entre desear y querer.
Lo último responde a las aspiraciones particulares que constituirán el texto de la vida propia, y que dan sentido a la trayectoria de cada uno, en cuanto a:
Es necesario conocer bien el contexto y las coordenadas de la realidad en que nos desenvolvemos para que nuestro proyecto personal se realice, lo cual comporta dos condiciones: saber qué aptitudes y limitaciones personales nos definen, para lo cual se requiere un serio esfuerzo si queremos realizarnos personalmente. Asimismo, hay que combatir dos peligros:
Ahora bien, para la ejecución de nuestro proyecto son necesarias las siguientes condiciones: a) el orden, b) la constancia y c) la voluntad.
La constancia es empeño, incidencia, no ceder terreno, ni darse por vencido, perseverar… Así los propósitos se van haciendo férreos, firmes y sólidos. Hay que ser obstinados con nuestro proyecto personal, es la única manera de que salga adelante.
La voluntad es la capacidad psicológica de llegar a ser algo anticipando consecuencias. Es decir, que la voluntad se educa a base de ejercicios repetidos de entrenamiento, a través de los cuales uno busca lo mejor, aunque le cueste. El hombre con voluntad suele llegar más lejos que el inteligente porque es dueño de sí mismo, pero no hay que olvidar que tener una voluntad constante no es fácil, requiere aprender a negarse ante lo inmediato, buscando lo que está por llegar.
El que tiene voluntad es verdaderamente libre, consigue lo que se propone. Por lo consiguiente, debemos estar preparados para cualquier tipo de eventualidades que puedan sobrevenirle a nuestro proyecto, debido a que la vida tiene siempre recodos imprevisibles y azarosos; está tejida de hilos que se enlazan y se entrelazan, por lo que la necesidad, antes o después, de restaurar el proyecto es inminente: cambiando, puliendo y perfilando sus aristas.
¿Cuál es tu proyecto de vida?
Basado en “El hombre Ligth” de Enrique Rojas