Cada vez es más común escuchar acerca de asesinatos cometidos por adolescentes en las escuelas, suicidios, bullying, etc., ¿existirán factores que estén desencadenando esta situación?
La sociedad, y en general los padres de familia, responsabilizan a los medios de comunicación incluyendo las redes sociales y el acceso que tienen a estas, a los amigos, a la sociedad en general, sin darse cuenta que la familia es la cuna y la gestación de los actos y conductas humanas. Es común escuchar a los padres quejarse de las reglas y normas de la escuela de sus hijos, no toleran las llamadas de atención que les hacen a los jóvenes, y si estos reciben algún “castigo” inmediatamente acuden al colegio a expresar su inconformidad.
Actualmente, es común observar que ambos padres tienen que acudir a buscar el sustento para el hogar, enfrascándose así en horarios, rutinas y actividades poco compatibles con las tareas habituales de casa, incluyendo así a los hijos. Hacen uso de los transportes escolares, de los horarios extendidos en los colegios, se valen de algún integrante de la familia que pueda cuidar de ellos o simplemente los chicos comienzan a hacerse “responsables” desde temprana edad debido a las necesidades familiares.
Debido a este factor, los padres brindan mucha libertad y una falta de límites a los adolescentes, ya que sienten que pasan poco tiempo con ellos y que de una u otra forma necesitan compensar ese “tiempo perdido” permitiendo así el uso indiscriminado del celular, salidas sin supervisión, y en muchas ocasiones, el uso de algún tipo de droga permitida como el alcohol. Los padres viven con el temor de que en algún momento exista un reclamo de parte de los chicos y les cobren “caro” estas ausencias; temen que si ponen algún tipo de límite ellos crezcan con “traumas” o con “huecos emocionales”, por lo tanto, suelen convertirse en padres permisivos y laxos en los límites, pero lo más interesante, es que esta situación no comienza propiamente en la adolescencia, en la mayoría de los casos y en un gran porcentaje esto sucede desde la infancia, en donde los berrinches, los actos tiranos, las faltas de respeto y las exigencias, son cosa de todos los días. Los miedos antes mencionados de parte de los padres surgen desde la edad temprana de los pequeños, incluso, los bebés se van a la guardería a partir de los 45 días de nacidos debido a la incorporación de la madre en el ámbito laboral.
Entre otras causas que provocan esta situación, puede estar el divorcio o un padre soltero, que quiere suplir incluso la presencia del padre ausente, violencia intrafamiliar, alguna enfermedad o la negación de las conductas y actitudes de los adolescentes; es cuando este factor “culpa” suele incrementarse.
Es complicado pedirles a los papás que no se ausenten de casa o que prohíban las actividades comunes propias de la edad. Lo que se sugiere es principalmente trabajar esa “culpa” para que la comunicación pueda ser más asertiva; o bien, algún factor que esté influyendo en esas conductas en los adolescentes, pero principalmente, que se logren establecer límites claros y firmes.
En CAPI contamos con los mejores programas y los mejores especialistas en adolescentes y pareja, así como nuestro programa de PAP (Programa de Atención para Padres) para guiar y vivir esta etapa con mayor facilidad.