Sin embargo, la sociedad muchas veces ha caído en el error de concebir a la educación como simple alfabetización, limita sus alcances y funciones, y deja de lado la importancia que tiene ésta en todos los sectores en los que las persona se desarrollan y que pueden en ellos adquirir conocimientos.
• La educación formal: La cual se caracteriza por ser llevada a cabo dentro de una institución que sigue un plan de estudios, la cual es acreditable, escolarizada y certificada.
• La educación informal: Este tipo de educación no sigue un plan sistematizado, es llevada a cabo en cualquier lugar de forma espontánea, la mayoría de las veces se presenta sin que las personas estén conscientes, ya que, es un proceso llevado a cabo en la convivencia social.
• La educación no formal: Ésta puede o no, ser sistematizada, es una educación no secuencial. En ella, las personas adquieren habilidades y destrezas para llevar a cabo actividades que fortalezcan su crecimiento personal, intelectual y ocupacional (cursos determinados para personas específicas que no son obligatorios).
Con lo anterior, se rompe también con la idea de que la educación está orientada a un solo sector de la sociedad, y se afirma que ésta abarca a todas las personas que en ella habitan: niños, adolescentes y los adultos.
Es decir, la educación está dirigida a varios sectores de la sociedad, sin embargo, cada uno de éstos tiene diferentes formas de ser y aprender, por lo tanto, ésta debe contener elementos específicos para cada tipo de educando. Por ejemplo, no es lo mismo lo que aprenderá el sujeto que retoma sus estudios de primaria a lo que aprenderá el profesionista que acude a un curso de actualización, asimismo, es diferente la capacitación laboral que recibe un empleado de cierta empresa, al oficio que aprende el sujeto en un curso de carpintería, repujado o cocina.
Por ello, es importante que los contenidos de los programas enfocados a la educación tengan una variación de acuerdo a la población con la que se va a trabajar, puesto que, todo dependerá de los intereses y necesidades de los mismos, además de tomar en cuenta su realidad social.
En respuesta a lo anterior, los profesionales de la educación, dependiendo del papel que jueguen dentro del campo educativo pueden contribuir y orientar el desarrollo educativo de las personas, pueden, mediante propuestas claras, fomentar una educación enfocada a rescatar las diferencias de los sujetos y no tomarlas como un obstáculo para su desarrollo, sino como una guía para establecer los contenidos y las estrategias de enseñanza que darán respuesta a las necesidades particulares de los individuos. Es por eso que en CAPI trabajamos con programas personalizados que responden a las necesidades particulares de nuestros pacientes, los cuales tienen como principal objetivo la orientación, estimulación, el reforzamiento y la mejora de los procesos educativos en las áreas del desarrollo humano a nivel psicológico y cognitivo.