La generación de adultos jóvenes y de jóvenes del 2017 se caracteriza por no saber esperar, justamente por esa facilidad que hay para encontrar satisfactores. El cerebro se hace adicto a esa descarga de dopamina cada vez que damos “un click” y accedemos a contenido divertido o bien, cada vez que recibimos “un like” en una fotografía o en una publicación. Es muy importante tomar en cuenta que esta descarga ocurre en segundos.
Se entiende como psicoterapia en línea, a la provisión de servicios profesionales de terapia por medio de internet. Estos servicios son ofrecidos actualmente en el mercado vía correo electrónico, chat en tiempo real o videoconferencia.
Uno de los principales antecedentes de la terapia en línea es la terapia vía telefónica, que se utiliza desde hace casi 50 años y que ha tenido un gran éxito. Específicamente en algunos casos como la intervención en crisis o las líneas de prevención del suicidio.
En muchas ocasiones, la terapia en línea se utiliza como un complemento de la terapia tradicional (presencial). Por ejemplo, cuando los pacientes deben salir de viaje de negocios, cuando una mujer está cursando un embarazo o cuando por cuestiones de salud, no es posible para la persona que se desplace hasta un consultorio o clínica.
De acuerdo a investigaciones realizadas en 2005 (Vogel, 2005) se ha demostrado que la eficacia de la terapia en línea es prácticamente equivalente a la terapia presencial, con la ventaja añadida de la comodidad y viabilidad al poderse tomar prácticamente en cualquier lugar del mundo en el que se cuente con internet.
Pareciera una gran alternativa: segura y sin riesgos. Sin embargo, es necesario que se tomen en cuenta, de forma muy cuidadosa, distintos factores. El más importante de ellos, es el encuadre.
Al ser la psicoterapia un proceso re educativo, se respetarán horarios, agendas y las llamadas reglas del juego que se establezcan desde la primera sesión.
Cuando nos encontramos ante un servicio de psicoterapia en línea que garantiza estas condiciones, podemos estar seguros de que se trata de una opción seria y que el proceso será bien llevado; y que quedará a salvo nuestra información y nuestra intimidad personal.
Desafortunadamente, esa prisa con la que vivimos que describimos al inicio del presente texto, nos hace proclives de caer en “soluciones mágicas” que se ofrecen de manera indiscriminada en internet, y que NO son terapia en línea, sino una simulación de una metodología seria, esta última basada en la ciencia y la evidencia, y por la que vale la pena esperar tiempo antes de ver resultados.
En CAPI contamos con terapia en línea, acércate a nosotros para que podamos orientarte.