Sin embargo, pudiera decirse que este proceso puede durar de seis meses a tres años, tiempo suficiente, realista y oportuno para salir fortalecido de una experiencia de separación.
Siempre que perdemos algo importante en nuestra vida sufrimos dolor. La separación de una pareja por divorcio o separación, es una de las situaciones que generan más estrés y sufrimiento en una persona. Es importante vivir el duelo ante cualquier proceso de pérdida, por lo tanto es indispensable hacerlo ante un rompimiento amoroso. Lo primero que tienes que hacer es reconocer que te duele: el dolor es indicativo de que algo en ti necesita sanar. Dejarte sentir este dolor, podrá ponerte ansioso y sentirte incómodo, por lo que buscarás hacer algo al respecto y remediarlo. Por el contrario, evitarlo o negarlo sólo te llevará a posponerte de tu recuperación.
Mientras estabas dentro de tu relación amorosa probablemente te sentías lo suficientemente cómodo como para no sentir la necesidad de cambiar. Ahora que sientes el dolor por el rompimiento tienes dos opciones: despreciarlo desperdiciando la invitación al cambio, o bien usarlo como motivación para conocer quién eres hoy y qué eres capaz de hacer para crecer. Lograr esto no es fácil pues requiere de trabajo, pero es posible, útil y satisfactorio.
Sentir el dolor sin negarlo es el primer paso y la forma más segura de evitar que tu cuerpo quiera mostrarlo mediante síntomas psicosomáticos: desde achaques sencillos como dolor de cabeza, hasta colitis, úlceras, gastritis, etc. Un duelo no resuelto ejerce tensión considerable sobre tu cuerpo, la prolongación de un estado así puede llevarte a un sin sentido total con manifestaciones explícitamente autodestructivas como abuso de sustancias, exposición a riesgos innecesarios y deseos de muerte. Estos extremos pueden señalar una depresión profunda que requiere de atención médica precisa. ¡No te descuides!
Los síntomas del duelo pueden manejarse de mejor manera si los aceptamos, si permitimos sentir el dolor sin negarnos. Llorar o gritar, son actos no destructivos que te pueden ayudar a expresar tu dolor; sin embargo, toma la decisión de expresarlos en un lugar y momento apropiado.
Para atravesar esta primera etapa del proceso te será muy útil identificar las fases del duelo. La doctora Elisabeth Kubler-Ross habla de cinco etapas que debemos atravesar durante el duelo para poderlo superar sanamente:
Fase 1. La primera reacción ante la sensación de pérdida es la negación. Ésta te lleva a afirmar: “Esto no puede estarme pasando a mi”, “Si espero un rato, todo estará bien y mi pareja regresará conmigo”. La noticia puede ser abrumadora, así que tu mente te llevará a integrarlas de manera dosificada; así que una forma de hacerlo, es decirte que esto no está ocurriendo.
Fase 2. Conforme uno empieza a aceptar gradualmente la ruptura amorosa, se desarrolla una sensación de enojo. En un principio el enojo se canaliza hacia adentro haciendo que te deprimas y luego se dirige a los demás, quizá más hacia tu expareja.
Fase 3. Al empezar a enfrentar el hecho de que la relación amorosa ha terminado, pero aun negándote a dejarla ir, empezarás a negociar contigo mismo en tu interior. Esta fase puede resultar peligrosa, ya que puede impulsarte a regresar a la relación por motivos erróneos, ya sea para evitar soledad, no sentir triste o culpa, etc. La negociación no necesariamente tiene que ser con la otra persona, sino contigo mismo.
Fase 4. Esta fase consiste en dejar ir la relación y se asemeja en cierto sentido a la oscuridad antes del amanecer. La depresión es característica de esta etapa, pero es una depresión distinta de la del inicio. Es un periodo de crecimiento personal que te impulsará a construir una identidad más sólida, ya que se empieza a utilizar el diálogo interno para saber cuál es tu propósito en la vida.
Fase 5. Llegas finalmente al momento de la aceptación. Lo cual significa que aceptas con tranquilidad haber perdido la relación amorosa. En esta etapa podrás sentirte liberado del dolor emocional y percibirás que ya no necesitas ocupar tiempo, ni dolores emocionales en la vieja relación. Llegando a este punto podrás seguir el ascenso de la montaña hacia una libertad personal y una vida más plena.
El reconocimiento de este proceso de duelo te permitirá transitar el camino con menor tensión y ansiedad. Entender que lo que estás sintiendo y experimentando es justo lo que te toca en ese momento te ayudará a vivir cada fase de manera propositiva y deliberada.
Es sumamente importante elaborar estas cinco fases del duelo antes de iniciar una nueva relación amorosa. En CAPI podemos acompañarte en este proceso de duelo, ayudándote a entender que es lo que te está pasando y a vivir saludablemente estas etapas para reencontrarte contigo mismo y encontrarle un propósito más profundo de tu vida. Y así poder llegar a la aceptación y tener un encuentro desde la libertad y el amor.
Bibliografía: