Ellos prefieren pasar más tiempo en soledad o evitan conversaciones con personas con las que no se sienten cómodos. Sin embargo, vivimos en una sociedad que ve con buenos ojos a la personalidad extrovertida, mientras que el ser introvertido llega a verse como algo que necesita ser «arreglado».
Aunque los introvertidos generalmente disfrutan más de la soledad que su contraparte extrovertida, la idea de que los introvertidos son inseguros o que no desean la compañía de otros es completamente falsa. Ellos sólo tienden a disfrutar de la interacción social en una forma diferente a la de los extrovertidos. Prefieren la interacción uno a uno o en grupos pequeños y difícilmente se sentirán cómodos después de un largo periodo en medio de mucha gente.
Muchos introvertidos disfrutan el desenvolverse en actividades que involucran papeles de liderazgo, ser oradores o ser el foco de atención. Bill Gates, Abraham Lincoln, Gandhi, Albert Einstein y otros personajes importantes han sido clasificados como introvertidos. En este sentido, se ha visto que son capaces de ser grandes líderes que se caracterizan por su capacidad para escuchar a sus empleados en vez de imponer sus propuestas, están más concentrados en conseguir la meta final que en su propio ego, toman decisiones de forma más reflexiva y transmiten calma en momentos delicados.
Así que como verás, ser introvertido tiene sus ventajas, sin embargo, el problema surge cuando eres introvertido y te culpas por no actuar como un extrovertido. En efecto, en muchas ocasiones sociabilizar se vuelve un tanto incómodo, y hay actividades que requieren de la interacción con otros, de modo que el objetivo es encontrar estrategias que te permitan ser tú misma(o), pero que a la vez te faciliten el acercamiento a los demás. Es por ello, que resulta de gran utilidad que te conozcas a fondo y buscar el apoyo de un experto con quien puedas identificar y desarrollar aquellas habilidades que te permitan hacer uso de todo tu potencial. En CAPI podemos ayudarte.