Al pensar en describir la experiencia que vivimos en CAPI, sólo se me ocurre una frase: «Fue una luz al final del túnel»
El buscar tratamiento con un especialista te da seguridad sobre lo que más amas: a tus hijos, sobre cómo llevan esas dolencias emocionales y del alma.
Mi hija creció integramente y yo aprendí a ser mejor para ella, gracias a nuestra especialista.
Con cariño nos despedimos y a nuestra especialista le deseamos lo mejor, gracias infinitas por ser quien eres con nosotras y sin duda con la gente que te rodea.
Por ese nivel profesional y la confianza tan pronta que generaste en nosotras, porque nuestra vida es distinta y feliz.