Llegué aquí hace algún tiempo, ya conocía e lugar porque había venido con mi ex pareja y me había gustado la comodidad del lugar y cómo trabajan en CAPI. En esta ocasión llegué para reponerme a mi mismo. Tenía que trabajar en muchos aspectos, que inclusive desconocía que andaba cargando. Con el paso de las sesiones me fui relajando, fui aprendiendo estrategias para conocerme, para escucharme y para quererme de nuevo. Volví a sentir, a disfrutar, a tener ganas de seguir por mi mismo. Aprendí que todo cambia y que solo hoy vale la pena el vivirlo y el arriesgarse (solo el hoy cuenta). Agradezco mucho mi experiencia en este lugar y el trato excelente que recibí por todos en CAPI y sobre todo agradezco a mi especialista por enseñarme tantas cosas de mi mismo.