Hace 2 años llegué a terapia con mi especialista, buscando respuestas y situaciones a los problemas que me hacían vivir en un estado de preocupación, angustia, estrés e incluso despresión; a lo largo de 2 años atravesamos juntos este camino, y entendí que la felicidad no se compra en la tienda de la esquina, ni tampoco existe una receta, la felicidad se trabaja día a día, y debemos de construirla, a través del conocimiento de uno mismo, para realmente hacer diferencia, no olvidemos que para que el mundo cambie, debemos cambiar nosotros, y aprender que más allá de la felicidad que nos venden en la televisión, una vez que uno encuentra paz y armonía entre su mente, cuerpo y corazón la vida te sonríe y cada uno de los aspectos de tu vida se alinean para vivir una vida plena. Gracias a la especialista, por tanto aprendizaje, mi respeto, admiración y cariño, deseo que la vida la premie por todo lo que nos da a sus pacientes