Llegué aquí estando perdido, sin saber qué quería ni qué deseaba, sólo quería ayudarme para ayudara alguien que me necesitaba, no sabía ni conocía mi propio valor y aún me castigaba por dolores causados en mi pasado a personas que me quisieron, me culpaba de todo y a la vez buscaba excusas para todo, no quería ni reconocía mis responsabilidades en mis acciones ni en mis decisiones, sólo sabía que no estaba ni me sentía cómodo con mis relaciones de pareja.
Aquí descubrí que para tener una relación sana se tiene que amar primero uno mismo y darse prioridad a ese amor para poder entender y reconocer comportamientos tóxico que envenenan las relaciobes, así también como poder evitarlos y apartarse de ellos, encontré que soy una buena persona que no tiene que ocuparse por demostrarlo constantemente ni caer en chantajes y manipulaciones emocionales. Encontré lo que valgo, necesito y merezco, una relación cálida, sincera, tierna y romántica, así como muy sexual porque soy una persona con esas características y que valgo la reciprocidad y la equidad en las cosas y situaciones emocionales y económicas que esta vida me presenta