El insomnio me confirmó que algo no estaba bien, mi cabeza se estaba colapsando y mi pareja me ayudó a buscar ayuda psicológica
Llegué a CAPI con la mentalidad de que mi avance o mejora debería ser en una o unas poquitas terapias.
Después de 1 año de aprender a conocer y aceptar mis emociones, a aceptar a los demás, de aceptarme a mi misma, de ver «azul» lo que era «gris». Hoy puedo decir que tengo ganas de hacer muchas cosas, disfruto cada momento de mi vida y agradezco día a día lo que tengo, porque poco o mucho siempre será lo mejor. Gracias