Cuando llegamos a CAPI nos encontrábamos angustiados por un problema de lenguaje que notábamos en nuestra hija. Nos orientaron y explicaron que su problema se podía tratar con terapia y ejercicios de psicomotrocidad y así corregirlo. Durante la terapia, comenzamos a percibir una gran mejoría en su lenguaje y esto nos motivó a concluir con el proceso de terapia. Ocho meses después nos vamos contentos y tranquilos porque nuestra hija es dada de alta por su terapeuta; concluyendo así con la corrección de lenguaje, motivo por el cual llegamos a CAPI.