Psicologos CDMX

Pues, fuimos a una terapia de pareja. Mi novia y yo habíamos tenido una pelea muy fuerte, después de 7 años de relación y terminamos. Después de un tiempo, hablamos y decidimos que lo intentaríamos nuevamente, pero ahora con la ayuda de un profesional, para hacer que funcionara, porque era lo que queríamos. Fuimos con la idea de que teníamos muchos problemas, pero con la ayuda de la terapeuta, nos dimos cuenta de que no estabamos tan mal, y de que lo que más nos faltaba era mejorar la forma de comunicarnos. Tomo menos tiempo del que esperabamos y la recuperación y arreglo de la relación fue muy rápido. Aprendimos a comunicarnos de una mejor manera, a tener mayor control de nuestras emociones y disfrutar de la relación y de esos momentos juntos.

Servicio excelente, amigable y a la altura de las espectativas

Mi novia y yo habíamos tenido una pelea muy fuerte, después de 7 años de relación y terminamos. Después de un tiempo, hablamos y decidimos que lo intentaríamos nuevamente, pero ahora con la ayuda de un profesional, para hacer que funcionara, porque era lo que queríamos. Fuimos con la idea de que teníamos muchos problemas, pero con la ayuda de la terapeuta, nos dimos cuenta de que no estabamos tan mal, y de que lo que más nos faltaba era mejorar la forma de comunicarnos. Tomo menos tiempo del que esperabamos y la recuperación y arreglo de la relación fue muy rápido. Aprendimos a comunicarnos de una mejor manera, a tener mayor control de nuestras emociones y disfrutar de la relación y de esos momentos juntos

Nos vamos satisfechos por la atención recibida y los resultados obtenidos, la confianza que la terapeuta nos inspiró hizo que recuperáramos la esperanza de mejorar nuestro camino día a día

Excelente terapueta, comprometida, honesta, supo llevar la situación cuidando el bienestar de la pareja, muy profesional, estuvo al tanto de que el resultado fuera en base con lo que queríamos o a lo que debía ser. Muchas gracias, nos vamos felices.

En CAPI recibimos un excelente servicio en general, instalaciones adecuadas, recepción y seguimiento a las citas

Nuestra experiencia en CAPI fue muy favorable y educativa en nuestra vida como pareja y familiar. La dra. que nos atiende es muy profesional y dedicada a ayudar a sus pacientes, sin dejar, o molestarse, por lo que no comprendemos. Excelente servicio de terapeutas

La terapia ayudó bastante a restructurar nuestra relación, así como a reforzar la individualidad, con ayuda de nuestra especialista fuimos descubriendo los aciertos y errores de tal manera que todo se ha ido fortaleciendo. ¡excelente especialista!

Definitivamente la terapia nos ayuda a tener un nuevo punto de vista, visualizar nuestra relación desde el mejor punto de vista, nuestra terapéuta fue la base y gran parte del éxito de nuestra nueva relación

Recomendamos ampliamente los servicios de CAPI, la especialista que nos atendió fue muy profesional y desde la primera visita nos dió mcuha confianza, estuvo muy al pendiente de cada sesión y pudo ayudarnos a entender nuestros problemas y darles solución

Nosotros llegamos con un problema de pareja que no lográbamos identificar bien. La especialista nos ayudó a identificarla y así resolverlo y además mejoró nuestra relación y nuestra comunicación

En la desesperación de querer resolver problemas superficiales de pareja, encontramos gran apoyo dentro de CAPI. Llegamos con la idea de separarnos pero con la esperanza de salvar la relación, gracias al gran ser humano que nos guió pudimos ver todo más claro y certero, con objetivos firmes de la relación y la futura familia

Haber tomado terapia nos ayudó a descubrir si la persona que es mi pareja tenía que seguir siéndolo. Llegamos con un sin número de problemas, miedo, sentimientos encontrados y con un corazón muy lastimado por diferentes situaciones que uno vive dentro del matrimonio y que a veces pensamos que a uno nunca le va a pasar; sin embargo, como seres humanos comprendimos y aceptamos que el amor y las relaciones cambian con el paso del tiempo y uno de los grandes aprendizajes con nuestra terapeuta fue descubrir la gran diferencia entre amar y querer, y concluimos en que nos amamos demasiado y las asesorías recibidas y aceptadas por nosotros nos ayudarán en este camino

Nuestra experiencia en CAPI, se puede resumir en 2 palabras: atención total. Nuestra especialista siempre estuvo atenta a nuestras necesidades y llevó las sesiones de tal forma que cubrió las mismas. De parte nuestra sólo podemos decir: gracias

Llegamos con una fuerte depresión y grave problema de desintegración familiar, no sabíamos si continuar o buscar ayuda. Lo importante fue que esa última decisión fue tomada por los dos antes de perder nuestro matrimonio, conforme fueron pasando las terapias fuimos entendiendo los motivos de nuestros problemas y pudimos entender por qué llegamos hasta aquí, con ayuda de la especialista y su orientación nos dió herramientas para poder convivir y aceptar nuestros errores. Logramos unir nuestro matrimonio con nuevas actividades y formas de convivencia.

Gracias por escucharnos y ayudarnos.

Durante el proceso de terapia se logró una consolidación en nuestra relación de pareja, gracias CAPI por brindar un servicio de calidad humana, por abrir nuestro panorama, fortalezas, debilidades y con ellos progresar

El servicio y atención en CAPI son excelentes y llenos de calidez humana. Su profesionalismo contribuyó a fortalecer nuestra relación de pareja y a prepararnos para nuestra vida como padres de familia. ¡Muchas gracias!

Fue de gran ayuda asistir a la terapia de pareja ya que nos brindó la oportunidad de resolver algunos temas complicados para nosotros. Otorgándonos la satisfacción de poder continuar con nuestra relación

En CAPI nos ayudaron a resolver nuestros conflictos de pareja, dándonos las herramientas para poder expresarnos, entender el uno al otro para continuar con la relación.

Estas sesiones nos han dejado muchas enseñanzas y un largo y amoroso camino por recorrer juntos.

Gracias a la terapia de pareja pudimos obtener herramientas para aprender a conocernos, llevarnos y comunicarnos mejor.

Comparación del antes y el después:

Antes.

• Veía acabado mi matrimonio
• No veía ninguna solución a nuestros problemas
• Yo tenia la razón en casi todo
• Me enganchaba fácilmente en un problema o discusión
• No aceptaba que me podía equivocar, quería ser prefecta
• Asumía o pensaba cosas malas de mí, solo estaban en mi mente
• No reconocía mis demonios y ni siquiera sabia que existían
• No reconocía el amor de Ale
• Lo veía todo rosa o todo negro

Después.

• Me veo con mi esposo al final de nuestros días
• Veo soluciones a nuestros problemas
• Ahora me doy cuenta que no siempre tengo la razón
• Ahora soy más analítica y me ayuda a comprender y ver varios aspectos del problema
• Acepto que no soy perfecta y que no hay ningún problema en equivocarme
• Soy más realista y no me saboteo
• Ale no está en mi contra
• Aunque a veces Ale me ayuda a sabotearme me repito a mi misma que tengo errores y que puedo superarlos o reconocerlos y a pedir disculpas
• Reconozco a mis demonios y ahora ya no son tan malos, ¡claro, no se los permito!
• Me doy cuenta del gran amor que me tiene mi esposo
• Ahora veo que el matiz de nuestro amor varia de tonalidad y eso es lo correcto

¿Qué le diríamos a una pareja como nosotros que por primera vez va a tomar terapia?

• Primero que nada felicitarlos por tomar esta decisión
• Es importante que abran su mente y corazón a aceptar cambios
• Por doloroso que sea, abrir sus sentimientos diciendo la verdad para sanarlos
• Hacer los ejercicios de la terapia y que ambos los respeten
• Los cambios no son de la noche a la mañana, es un proceso que tardara de acuerdo a sus necesidades pero no es imposible
• No todo es negro ni todo es rosa, encuentren los matices de colores en su relación, acepten sus errores y corríjanlos

Entendió muy bien nuestra situación y nos da herramientas útiles y funcionales para resolver situaciones. Objetividad y ética

Atención muy buena, información completa y detallada, trato cordial y profesional. ¡Gracias!

Mi sentir antes y después de la terapia:

Antes:

• Una tristeza y frustración indescriptible ante una inminente ruptura de mi matrimonio, por más que hacía para evitarlo no encontraba el camino adecuado para lograrlo.
• Tenía mucho resentimiento hacia mi esposa porque no entendía como era tan fácil para ella la separación y para mí era una especie de duelo por la muerte de algo muy amado.
• Una falta de comunicación y entendimiento total ante el más pequeño problema.
• Veía problemas en mí y trataba de corregirlos, pero para mí era imprescindible que mi esposa reconociera que ella estaba también muy mal.
• Me sentía tan solo y poco amado.

Después:

• La tristeza se convirtió en felicidad, ya quedo atrás la posibilidad de la separación, hemos encontrado diversos caminos para lograr una buena comunicación y entendimiento.
• El resentimiento no es opción ya que son mas las alegrías vividas con mi esposa que los puntos negros en estos ya casi 30 años.
• Ahora sigo viendo problemas en mi, sigo en proceso de corregirlos, pero ya no es imprescindible que mi esposa reconozca sus fallas, se las externo tiene una gran apertura a escucharlas, quizás en ocasiones no las acepta o entiende como yo, pero existe gran apertura para dialogar, sin sentirse agredida.
• Me siento amado, ya que primordialmente mi esposa lo demuestra con más frecuencia, además yo comprendo que cada quien tiene su forma de demostrarlo y que los tiempos e intensidades no se pueden medir de la misma manera entre mi esposa y yo.

Mis consejos para una pareja que empieza su terapia.

• Tengan presente que no vienen a acusarse mutuamente.
• Tengan paciencia, no abandonen la terapia porque no obtengan resultados inmediatos, la solución llegará cuando cada quién reconozca sus propios demonios para sí mismo y para su pareja, tu pareja en verdad necesita que lo hagas ya que eso la impulsará a reconocer los suyos.
• Nadie tiene la verdad absoluta, conoce a tu pareja para que sepa reconocer a sus demonios y no te enganches con ellos.
• No enfoques tu mirada en el punto negro que te distrae de contemplar cuanto haz recibido de tu pareja.

Hace un año al llegar a la terapia en una escala del 1 al 10 estabas en: 0

• Mi matrimonio estaba prácticamente al borde del divorcio.
• El dolor de sentirme no amado por mis padres.
• Autoestima bajísima.
• Crisis existenciales constantes.

Actualmente estoy en un: 6

• Mi matrimonio se va estabilizando y va madurando cada vez más.
• Me he puesto que cuando mis papas se vayan de este mundo, no deben de llevar en su maleta de viaje, mis dolores, rencores y tristezas, que ellos han sido un factor muy importante en mi aprendizaje y evolución y que les agradezco todo, tanto bueno como malo porque ellos en su entender hicieron siempre lo mejor que pudieron.
• Mi autoestima poco a poco va mejorando, pero sigue siendo uno de mis principales objetivos de mejora.
• El por qué ya no es importante, el para qué es parte fundamental de cada uno de mis días y el cómo es lo que me cuesta más trabajo, pero estoy más consciente de que esa es la forma de lograr ser feliz cada día.

Lo que hizo mi pareja:

• Aceptar que ella tiene sus propios conflictos internos fue fundamental, ya que por más que uno trabaje en mejorar en sus errores si ambos no aceptábamos que éramos responsables era muy difícil aceptar siempre la carga de todo lo malo en nuestra relación.
• Trabajar en sus conflictos, es mas dulce y amorosa y reacciona mucho más rápido de manera positiva, eso hace que salgamos mas fácilmente de cualquier problema.
• Conocer mis demonios.
• Aceptar mis demonios y lo más importante ver que hay en mi también cosas muy buenas.

Lo que hice para llegar a esta calificación:

• Reconocer que mi esposa me ama sin que yo sienta dolor porque las formas y tiempos en que cada uno de nosotros lo manifiesta son diferentes.
• Enfocarme en trabajar mis demonios, ya estaba consciente de ellos, sin embargo, dejaba que se posesionaran de mi mas fácilmente y ahora los reconozco y los domino la mayoría de las veces.
• Dejar que la terapia nos enseñara a cada uno de nosotros de lo que somos responsables fue muy efectivo en vez de querer acusar e imponer mi verdad.

¿Qué calificación me daba en general antes de la terapia?: 4

¿Por qué me daba esa calificación?

Porque contemplo dos aspectos en mi vida que van muy relacionados uno del otro. El personal y el de pareja y dentro del personal sentía que iba teniendo logros importantes, que iba realizándome, que tenia fuerza y valor para lograr metas, y en el aspecto de pareja había muchas diferencias por más que lo intentáramos no lográbamos llegar a tener acuerdos para mejorar nuestra relación.

Hoy en día me doy una calificación de 8

¿Por qué me doy esa calificación?

Porque siento que todo está mas equilibrado, aunque hay algunos conflictos no los siento tan terribles como antes. Al reconocer mis debilidades o mis demonios me ayuda a centrarme.

¿Qué hice para llegar a esa calificación?

Primero que nada aceptar que me saboteaba, que yo ponía palabras o pensamientos negativos hacia mi misma lastimándome o minimizándome y eso en realidad no había pasado o no lo había dicho Ale.
También  esto mismo pero del lado contrario, es decir, entender y comprender que Ale también tiene sus demonios que no debo engancharme con ellos.
Que no todo es color de rosa o no todo es negro.

¿Qué hizo tu pareja?

Ha entendido mis demonios y ha luchado mucho para no engancharse con ellos, ha sido muy comprensivo y cariñoso y me ha ayudado mucho. También al reconocer sus propios demonios hay mas entendimiento.
Y aunque a veces me duele o me enfada que me recuerde a mis demonios es necesario. Y lo agradezco.

¿Qué necesito hacer para subir de calificación?

Hacer algún tipo de rutina eleva-autoestima para recordarme siempre que PUEDO equivocarme y que no pasara nada, que no soy ni seré perfecta, que si Ale no esta de acuerdo conmigo tampoco esta en mi contra. Que no porque tengamos un desacuerdo o un pleito dejamos de querernos. No sabotear nuestra relación por cualquier cosa.
No prolongar los pleitos ni dejarnos de hablar por mucho tiempo, siempre tener la apertura para reconciliarnos.

Ya por último entender que si yo hago algo por él no necesariamente él tiene que hacer algo por mi, o no estar esperando que haga algo a cambio. Lo que hago lo debo de hacer porque lo quiero.