La normalidad a partir de la pandemia representó nuevos retos que se suman a los habituales al vivir con un hijo adolescente: ya no solo es acompañarlos de forma prudente en sus procesos y transformaciones corporales y psicológicas, ahora además es hacerlo desde un entorno de encierro, de actividades reducidas, círculos sociales interrumpidos y mucha incertidumbre.
¿Cómo hacerlo de la manera más sana para el adolescente, para los padres de familia y para la familia en general? ¿Cómo respetar sus límites? La psicóloga Diana Camacho nos platica sobre el tema.