Como parte de nuestro desarrollo y de nuestras características, está el formar parte de un grupo, sentir que pertenecemos nos da identidad, protección, motivación, entre otros aspectos importantes de nuestra vida, es importante que podamos compartir nuestra vida con alguien más, ya sea en grupo, una familia, amigos, o en pareja, las relaciones afectivas también son pieza importante de nuestra vida social. Sin embargo, la compañía no es la única forma de estar en la vida, es necesario fomentar nuestra independencia y nuestra autonomía, así podemos ser más plenos en nuestro día a día.
Lamentablemente no para todos es igual de fácil estar solo, existen muchas personas que les es prácticamente imposible estar sin alguien a su lado, tienen que pedir que se les acompañe para que hagan sus actividades, se alían a una persona que probablemente les ayude a pasar por los retos del día, esto se pueda dar en relaciones familiares o amigos, pero donde es mas notorio son en las relaciones de pareja, vínculos afectivos, donde la dependencia emocional es el pan de cada día y los limites personales se desdibujan fácilmente.
No poder estar solo o sola, no es para nada inofensivo, por lo contrario, tiene distintas implicaciones en la salud mental, fomenta la codependencia en una relación, limita la búsqueda de objetivos y motivaciones propios, afecta gravemente la autoestima y en casos severos propicia distintos tipos de violencia. Necesitar constantemente de una relación para solventar los problemas cotidianos, solo atrae más problemas que paradójicamente solo nosotros podemos resolver.
Pero ¿Por qué no podemos estar solos? Las razones para buscar relaciones de dependencia pueden ser muchas.