A pesar de en nuestra sociedad mexicana aún existe cierta predominancia del modelo tradicional de familia (papá, mamá e hijos), no podemos dejar de ver los cambios que han sufrido las estructuras familiares en las cuales podemos encontrar familias monoparentales, familias reconstituidas, familias nucleares, extensas, homoparentales etc. En ese sentido Macías considera que independientemente de su forma y estructura, la familia tendría que realizar las siguientes funciones para satisfacer las necesidades de sus integrantes:
En el proceso de intentar realizar esas funciones las familias atraviesan por dificultades las cuales se combinan con etapas criticas como el matrimonio, el embarazo, el nacimiento del primer hijo, la escolaridad de los hijos, la pubertad y la adolescencia de los hijos, la salida de los hijos de la casa, el llamado nido vacío, el retiro laboral, la vejez, la viudez y la muerte; situaciones que pueden desestabilizar a las familias.
En ocasiones se piensa que una forma de resolver esto es que alguno de los miembros inicie una terapia individual; sin embargo, las familias son como un sistema en el que la problemática de uno necesariamente influye al resto del grupo, el cual a su vez influye en cada uno de los miembros.
La Terapia familiar es una modalidad en la cual se convoca a los integrantes del núcleo familiar que conviven bajo el mismo techo con la finalidad de escuchar las diferentes posturas, perspectivas y significados de las dificultades que enfrenta la familia.
En terapia familiar se trabaja con problemas en los que no necesariamente está presente alguna patología por ejemplo: problemas en la comunicación familiar, dificultades de comportamiento de los hijos, enfermedad de algunos de los miembros, separación, divorcio, violencia, muertes y pérdidas, dificultad para llegar a acuerdos. Los cuales se entienden como patrones de relación disfuncionales y carencias en los vínculos emocionales que ocasionan un malestar general o la sensación de que la familia se desintegra gradualmente (desinterés, poca o nula convivencia o discusiones constantes).
Las sesiones de terapia familiar tienen como objetivo transformar la dinámica familiar que se ha convertido en la fuente de las dificultades, modificando las interacciones entre los miembros de la familia que agravan o perpetúan el problema.
Durante la terapia familiar, se examina la capacidad de la familia para resolver problemas y expresar pensamientos y emociones.
Por otro lado, se identifican las creencias e ideas que dificultan la adaptación.
En ocasiones, se piensa que si uno de los integrantes del grupo familiar no está dispuesto a asistir, el resto de la familia no puede asistir a este tipo de terapia; sin embargo, esto no es verdadero pues el trabajo con los miembros disponibles inevitablemente repercutirá en los ausentes.
La Terapia familiar no resuelve automáticamente conflictos familiares, pero puede ayudar a la familia a entenderse mejor unos a otros y proporcionarle habilidades para hacer frente a situaciones difíciles de una manera más eficaz.
Macías, R. (2012). Entendiendo y tratando el corazón de las familias: Un modelo dinámico, sistémico e integrativo. El saber instituto: México