Siendo éste, entonces, el panorama actual, los profesionales de la salud mental nos enfrentamos a diversos mitos que la población cree y que se cruzan al momento de tomar la decisión de empezar un tratamiento psicoterapéutico, ya sea individual, de pareja o para alguno de los hijos, ya sean niños o adolescentes.
Podríamos empezar diciendo que la mayoría de las personas que acuden a psicoterapia es gente regular, con problemas de la vida cotidiana, como rupturas amorosas, muertes de seres queridos, emprender una nueva etapa laboral, etcétera.
Sólo las parejas que están a punto de la ruptura van a terapia. Algunas parejas consideran que está bien hacer chequeos regulares para corroborar que todo vaya bien y prevenir situaciones futuras.
Una vez que empiezas a ir a terapia, lo harás para toda la vida. El paciente determina cuánto tiempo va a la terapia, no el terapeuta. Algunos se quedan por años debido a los beneficios que trae a su vida –Oliver Sacks, reconocido psicólogo y psicoterapeuta, estuvo en un proceso psicoanalítico durante más de 46 años-.
La terapia de pareja sólo empeorará la relación. La relación ya está como está, pero ir a terapia saca a flote algunas cosas. Siempre será decisión de la pareja mantenerse unida o separarse.
En terapia de pareja, los terapeutas se ponen del lado del que actúa como la víctima. No. Los terapeutas ven las dos caras de la moneda.
«Yo debería manejar mis propios problemas«. Cuando te sientes mal físicamente, ¿esperas a que tu enfermedad se vaya por sí sola? Lo mismo pasa con la salud mental, también hay que atenderla antes de que sea demasiado tarde.
«¿Para qué ir a terapia si puedo tomar medicamentos?» Aunque hay situaciones en las que lo mejor es combinar los tratamientos, ¿en verdad se quiere depender de sustancias para sentirse bien? La inclinación a depender de medicamentos se acentúa debido a que en esta época posmoderna que vivimos los “productos milagro” están al alcance de todos.
La terapia te hará sentir culpa y vergüenza. Los terapeutas no son intensos y controladores como los pintan los medios, te ayudarán a empoderarte para tomar tus decisiones y tener un panorama más amplio de la realidad.
La terapia es como tener a un mejor amigo rentado, ¿por qué pagar? Los amigos están muy cerca de la situación, lo que puede bloquear su juicio. Aparte, es más fácil decirle a alguien tus más profundas emociones cuando hay un contrato de confidencialidad de por medio. Además, la psicología es una profesión, no una relación.
Escarbar en el pasado no me ayudará. Puede ser difícil recordar algunas cosas pero tendrás mejor entendimiento de éstas y las verás desde otra perspectiva.
En resumen, un espacio psicoterapéutico puede convertirse en un aliado fundamental para que el individuo tome mejores decisiones, identifique las causas verdaderas detrás de los cambios en su estado de ánimo y ayudará a que lo que vive en el día a día, lo haga con una consciencia más amplia.