A diferencia de los animales que nacen con todo su organismo listo para incorporarse a su hábitat y sobrevivir solos, el “cachorro humano» nace “prematuro» y dependerá de otro ser humano (madre o cuidadores) por un largo tiempo después de nacer, que le ayude a terminar de completar su desarrollo biológico y emocional. Pasaran muchos años hasta que el cachorro humano se convierta en un adulto autónomo e independiente.
La primer relación que establece el ser humano con su madre es fundante y estructurante para su psiquismo. Es el primer modelo que marcará el tipo de relación que establecerá con sus futuros vínculos donde se transmite: afectos, cultura, significantes, valores, ideologías, creencias, etc., y también se nos enseña la capacidad de mentalizar.
La capacidad de mentalizar se desarrolla a través de la interacción humana y es lo que nos hace esencialmente humanos.
Es la capacidad de poder conectarme con el otro (conexión emocional), reconocerme en el otro y reconocer al otro en mí.
Es: “Acceder al corazón afectivo del ser humano». Saber que detrás de todas las acciones hay emociones, estados mentales y creencias subyacentes.
A través de desarrollar esta capacidad de mentalizar construimos conexión y cooperación entre las personas.
La mentalización es un logro del desarrollo humano que en algunos casos se malogra y si eso sucede, tenemos una serie de dificultades como son: fallas en la comunicación, déficits en la percepción de las cosas, distorsiones mentales, entre otras.
Somos y nos construimos a través de los vínculos con los demás, en ellos está la miel de la vida, el camino para el crecimiento, desarrollo y evolución.
El cerebro humano necesita de las relaciones humanas para configurarse y construirse.
Generar mentalización es desarrollar la función reflexiva y las funciones del cerebro superior como son: la capacidad de anticipar, planear, toma de decisiones, regulación y control emocional, lo que se traduce en mejores relaciones humanas y autorregulación emocional.
Somos seres de hábitos y costumbres, actuamos una gran parte de nuestra conducta de manera automática e inconsciente.
Nuestra visión y perspectiva de las cosas está atravesada por nuestras creencias e ideas subyacentes.
El problema radica en irnos rigidizando, cerrando y en creer que solo hay una única visión de las cosas y de la realidad.
La diferencia, la diversidad, la pluralidad de contrastar otras mentes es la que nos enriquece como seres humanos.
Una de las características de los trastornos de personalidad se manifiesta en la rigidez cognitiva.
A través de fortalecer la capacidad de mentalizar se produce la flexibilidad cognitiva y la toma de nuevas perspectivas.
La rigidez cognitiva cierra la entrada de nueva información necesaria para contrastar, enriquecer, retroalimentar e integrar nuevas formas de ver las cosas.
Fortalecer la capacidad de mentalización a través de un proceso psicoterapéutico trae muchos beneficios para nuestra salud mental:
Te invito a la Clínica de Atención Psicológica Integral CAPI a seguir conociéndote a ti mismo (a) y creciendo con nuestros expertos especialistas para que sigas construyendo la vida que te mereces llena de bienestar y plenitud.
Bibliografía: Bleiberg, E. (2013) Mentalizing-Based Treatment with Adolescents and Families. Child and Adolescent Psychiatric Clinics of North América
Licenciada en Psicología con mención honorífica por la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ). Con Maestría en Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica por el Instituto de Estudios Superiores en Neurociencias, Psicoanálisis y Salud Mental. Con 12 años de experiencia en psicoterapia individual, adolescentes y trabajando con niños con problemas del desarrollo, autismo, Asperger y trastornos del aprendizaje. Conferencista de Orientación Vocacional en varias Instituciones Educativas del país. Actualmente profundizando en el estudio de los modelos de mentalización en psicoterapia para el trabajo con niños, adolescentes y adultos.