Propone tres tipos de ansiedad: ansiedad ante la realidad, ansiedad neurótica y ansiedad moral.
El súper yo es quien marca las normas y reglas en donde el ello, que son los instintos, los deseos y el yo que es el comportamiento, tendrá que mediar; el súper yo se comporta de forma rígida ante nuestro sistema de creencias.
Freud plantea que el prototipo de toda ansiedad es el trauma del nacimiento. El feto en el seno materno se encuentra en un mundo estable y seguro, ya que es aquí donde todas sus necesidades son atendidas de forma inmediata, cuando nace las condiciones cambian, es arrojado a un entorno hostil a un mundo amenazante en donde tendrá que adaptarse a la realidad ya que sus demandas no siempre serán atendidas de forma inmediata.
Con el primer contacto con esta ansiedad se empezarán a crear ciertas reacciones y sentimientos formando un patrón, se considera ansiedad traumática cuando no somos capaces de afrontarla.
Cuando existe un peligro, independientemente de nuestra edad, quedamos en un estado de indefensión como el que experimentamos en la infancia, cuando nuestro yo se siente amenazado.
La ansiedad es un indicador que algo en nuestra personalidad no marcha bien, esta genera tensión en nuestro cuerpo y al hacerlo se convierte en impulso, y este deberá de satisfacerse, es importante disminuir la tensión.
Estos síntomas avisan al individuo que el yo está siendo amenazado y que podría ser aniquilado si no se resuelve, esto se nota mucho en el consultorio cuando el terapeuta necesita brindar su yo a un paciente que lo ha disminuido o aniquilado.
Hay técnicas que permiten proteger al yo, como inhibir la necesidad instintiva, huir de la situación amenazante. Si no funcionan las técnicas racionales entonces la persona recurrirá a los mecanismos de defensa que son no racionales para defender al yo.
Los mecanismos de defensa son utilizados por el yo para defenderse de la ansiedad que se da por todos los conflictos en nuestra vida diaria.
La cabeza es tan inteligente que para cuidarnos del sufrimiento genera mecanismos de defensa, estos son irracionales, inconscientes y los empleamos para cuidar el yo de eventos que generan ansiedad.
Los mecanismos de defensa funcionan como protección para el individuo, cuando este inconscientemente necesita cuidarse de puntos de quiebre. En un proceso terapéutico se puede identificar cuáles mecanismos de defensa utiliza el paciente.
Egresada de la Universidad Salesiana, realizó estudios en Psicología infantil, Desarrollo, Alternativas educativas y psicoterapia. Tiene una Especialidad en Psicoterapia Infantil en la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología.
Cursó un Diplomado en Formación Humanista por la Universidad Salesiana y un Diplomado en Terapia de Juego en AMAPSI.
Asimismo, realizó estudios en Capacitación Didáctica en Educación Preescolar por la SEP. Ha impartido Talleres de Psicología Infantil a docentes y padres de familia; así como talleres dirigidos a adolescentes y ha trabajado como Instructora de Estimulación Temprana.
Posee experiencia clínica en consultorio privado y actualmente, es Especialista en Terapia infantil y adolescente, en la Clínica de Atención Psicológica Integral, CAPI.