Bueno, pues si es así, ha llegado el momento de pensar y revisar cómo ha sido la relación con tu madre y la influencia de ella a lo largo de tu vida y hoy en día.
Verás… en la actualidad, así como en otras épocas, la figura materna ocupa y ha ocupado un lugar fundamental en la vida de todo ser humano, debido a que tiene un impacto psicológico muy importante. Es decir, la figura materna es quien nos configura a temprana edad, es un referente y un elemento esencial en el desarrollo emocional.
Sin embargo, muchas veces algunas madres por diferentes razones ejercen un control excesivo sobre la vida de sus hijos, y llevando como bandera el amor, actúan bajo esta creencia de que ellas son las que saben cómo deben y tienen que ser las cosas.
Una madre dominante o controladora es aquella que de manera frecuente –ya sea consciente o inconsciente (involuntaria)– tiene comportamientos un tanto invasivos que obstaculizan y dificultan el crecimiento y desarrollo personal de sus hijos(as). Son madres a las cuales se les dificultad mirar a sus hijos(as) como seres individuales y no como una extensión de ellas.
Aclaremos algo, no quiere decir que tu madre tenga “malas” intenciones. Y es posible que en algún punto has justificado y te has explicado esos actos pensando: “Bueno… mamá me cuida, se preocupa y quiere lo mejor para mí”.
Muchas veces se quiere creer que el amor es la causa de todo lo que hace mamá, pero cuando el amor de mamá se vuelve intolerable y es un amor que se siente asfixiante, resulta fundamental, como se mencionaba al inicio, pensar el vínculo con ella; quizá parezca difícil justo por eso, porque implica que cuestionemos y rompamos todo aquello que nos han dicho en relación a la figura materna, esta figura colocada en un lugar de veneración, completamente amorosa, benevolente, dulce, paciente, protectora, etcétera.
Todos estos comportamientos ya antes explicados, generan un vínculo dañino de dependencia, mismos que crean una carga dolorosa para ti y que perjudican tu relación con ella.
Estos son algunos de los efectos que es posible que se hayan generado en ti, si tienes una madre controladora:
Toma en cuenta que no hay madres perfectas, ellas también llevan a cuestas toda una carga histórica, social y cultural de lo que se espera de ellas y de cómo deben ser como madres. Actúan desde sus propias heridas, su experiencia de vida y también desde muchos patrones de comportamiento.
Por ello resulta importante separar, identificar y analizar los componentes de ese amor maternal y lo que has estado escuchando y percibiendo de él. Poder detectar estos comportamientos que son dolorosos y dañinos, podría mejorar la relación con ella, contigo mismo(a), y así poder producir vínculos más sanos.