Hoy haremos un viaje reflexivo en el colorido lenguaje mexicano de los dichos y refranes populares. Empecemos:
Estas frases dejan entrever más que el folklor mexicano, las creencias respecto del dinero con una fuerte connotación de poder puesta en él mismo. Está creencias tienen relación con el concepto de pareja y tienen efectos que se manifiestan claramente en la cotidianidad. Así que vale la pena empezar a evaluarlas y ver si son incluyentes o excluyentes.
En ocasiones esto lleva a ciertos gastos o acciones que indirectamente son utilizados para presionar, controlar y en el peor de los casos, castigar al otro integrante. Si de ejemplos se trata, ¡son vastos!, uno de los más cotidianos e invisibles es el ingreso económico: quien gana más suele tener el control, es decir, es quien decide si se hace o no se hace, si va a determinado lugar o no, si gasta o se ahorra, etc.
Es momento de introducir algunas preguntas para reflexión personal: ¿Alguna ocasión al estar con su pareja, ha tolerado la elección de dónde comer, qué platillo pedir, una actividad que no deseaba hacer, un cambio de residencia sin su opinión porque se ha sentido sin autoridad económica para sugerir algo distinto? ¿Sus gustos o deseos respecto una actividad o cosa quedan reprimidos por que no tiene el dinero para pagarlo o depende de su pareja para pagarlo? ¿Ha tolerado situaciones que de no hacerlas perdería los privilegios económicos con su pareja?
Quizá a pensar cómo se está relacionando con su pareja o pensar el papel que juega el dinero en su relación o tal vez, a pensar en sus propias creencias sobre el dinero.
Por ahora hablaré del último punto: las creencias; sobre todo porque no las cuestionamos y casi siempre las damos como verdaderas, de ahí que quien gana más cree que al ser quien más aporta es quien tiene más poder de decisión y el miembro de la pareja que gana menos o no tiene un trabajo remunerado, también cree que esta idea es cierta, por lo tanto, es quien se encarga del dinero pequeño (la administración del hogar o los gastos mínimos) mientras que quien gana más se hace cargo del dinero grande (la administración de viajes, propiedades, colegiaturas escolares, y otros gastos considerables).
Desde mi punto de vista, una de las traducciones incorrectas es que el dinero se ha convertido en un medio para expresar emociones y sentimientos. Por ejemplo, “Si te doy un regalo significa que te quiero”, sobre todo cuando el incremento de los ceros delante del signo de pesos va en aumento o al menos eso se espera. ¡Oh!, pero, ¡cuidado! La pareja puede sentirse herida cuando eso ya no ocurre o cuando ocurre a la inversa: el otro espera recibir en la misma proporción monetaria o al menos, muchos detallitos que juntos valgan lo mismo. Se cree que sólo así se está siendo correspondido al amor.
Otra traducción que se suele hacer es: “Me siento querido o valorado en relación a lo que tengo”, si tengo más valgo más, si mi pareja tiene más vale más. A veces es un gancho en el noviazgo, sin embargo, las grandes dificultades aparecen cuando estas ideas son una constante en uno o ambos integrantes de la pareja y la economía individual o compartida, según sean sus acuerdos, se ve afectada por adquisiciones que superan los ingresos, por deudas, porque el ingreso no alcanza para lo básico.
Es hasta esos momentos cuando uno de los integrantes se da cuenta que algo está pasando con su relación de pareja, ya que las discusiones cada vez son más evidentes: quién gasto qué, quién aportó, quién no aportó, por qué falta dinero, por qué no alcanza etc. Justo aquí aplica uno de los refranes mencionados al inicio del artículo: “Cuando el dinero entra por la puerta el amor salta por la ventana”, es así como el conflicto y el desgaste emocional relacionados con el dinero afectan directamente otras áreas de la relación.
¿Y qué significa para su pareja? Si desea profundizar más, acérquese y pida más información sobre los distintos espacios psicoterapéuticos de pareja e individual y haga una cita, permítanos ayudarle, en CAPI diseñamos programas de acuerdo a las necesidades de cada ser humano.