Y el príncipe beso a la princesa y fueron felices para siempre. Cuántas veces hemos escuchado esta frase. Creo que infinidad de veces, pero, ¿qué es lo que pasa al día siguiente?, te preguntas: ¿Dónde quedó ese príncipe que me salvó o donde quedó esa princesa que rescaté?
Creo que al día siguiente se rompe el encanto del enamoramiento y comienza la verdadera historia de amor, comunicación, escucha, tolerancia y negociación, que en la mayoría de los caso más bien comienza toda una batalla y todo lo maravilloso desaparece.
Pero para no llegar a ese grado, debemos saber qué es lo que tenemos que contemplar y reflexionar para así poder llevar una vida de pareja lo más placentera y feliz posible, al convivir con ese príncipe/hombre que elegí o con esa princesa/mujer que elegí.
Sager, psicoterapeuta de pareja, a lo largo de su experiencia en el arte de la terapia de pareja, observó una constante, y a partir de ella, creo toda una teoría, la cual explica que
Sager, también, menciona que la gran mayoría de los conflictos que se crean en la pareja es por el desconocimiento de dicho contrato matrimonial, pero principalmente el desconocimiento de las expectativas individuales, Sager, los llaman contratos individuales.
Estos contratos individuales, Sager menciona que se construyen a través de todas nuestras experiencia de la infancia y adolescencia, todas esas experiencia y eventos agradables y desagradables, como fue nuestro tipo de crianza, como es la relación entre mis padres, ya que de ahí aprendemos como ser mujer u hombre, pero principalmente marca las características que tiene que tener mi pareja. Por lo que es bien importante reconocer nuestra historia individual, Sager dice que la unión de ambos contratos individuales se crea un contrato matrimonial, por lo que si no están claro los primeros, menos estará el matrimonial, el cual delimita y marca las reglas que seguirá la dinámica de pareja, así como los conflictos que habrá a lo largo de la relación.
Por lo antes mencionado para continuar con nuestro cuento de amor hay que tener muy claro nuestros contratos individuales y hablar sobre el contrato matrimonial que se va a formar, y si ya tenemos un contrato, nunca es tarde para hablar ya que se pueden modificar, negociar, sobre todo si comienza o ya está ocasionando conflictos, diferencias o incluso comienza una ruptura en la relación. Y si esto nos resulta difícil, la ventaja es que en la actualidad existen Psicólogos especialistas en el área de pareja que ayudan y guían para lograr el cambio en los contratos y por lo tanto establecer una mejor relación en pareja.
Bibliografía: