Los estudio de parejas refieren diversos procesos que pueden existir dentro de las controversias familiares, los cuales se destacan por la separación, el divorcio o la ruptura conyugal. Se puede entender que la ruptura conyugal es el paso al crecimiento de la adaptación de la familia, en donde se puede llegar a la aceptación de las afectaciones que pueden sufrir los integrantes de esta.
La separación de una pareja constituye una crisis, y se muestra como una situación compleja, y que no por ello se muestre perjudicial para la misma. La autora (Milne 1988) refiere que “puede ser productivo cuando conduce a una solución creativa que podría haber pasado desapercibida de no existir la disputa, puede ser funcional cuando provoca la distancia emocional, necesaria entre dos individuos dolidos”.
La separación puede ser una de las experiencias más traumáticas y perdurantes por la que puede pasar un ser humano, que afecta en los niveles de relación, lealtad, seguridad personal y del grupo social al que pertenezcan los individuos involucrados.
Se puede sentir una sensación de pérdida sutil pero real, quedando afectadas tanto las relaciones de origen como las sociales y económicas. A continuación, se mencionan algunos predictores de conflicto y ajuste dentro de la separación, como lo refiere el autor (Pitman 1987):
El divorcio o la separación se puede sentir como una fracaso vital en la vida del individuo. De igual forma puede entenderse como que se puede vivir como un beneficio para la salud, ya que se trata de poner fin a situaciones penosas y a relaciones que dejaron de compensar el uno al otro, dentro de una relación de pareja.
La pareja que se separa no puede pretender pasar por una situación tal sin experimentar una cuota de sufrimiento, algo que podrá sentirse mal al inicio de la separación, sin embargo, puede pensarse que este impacto de la situación pasará pronto y que el tiempo podrá ser el mejor aliado para el individuo, recuperándose al final de esta pérdida.
La persona involucrada en la separación, decidirá en qué términos se llevará la separación o divorcio, ya sea de una forma civilizada o la otra, que podría ser de forma controversial. En cualquiera de los dos casos es importante que se lleve a cabo a partir de las propias necesidades de los hijos involucrados, afrontando las situaciones emocionales en la pareja o los hijos. Se propone alentar a la mujer en caso de ser “ama de casa” a la reinserción laboral, para evitar situaciones de dependencia del ex esposo.
El proceso de separación que refieren los autores (Everett y Volgy 1991) es el siguiente:
Cuando decide la separación la pareja de cónyugues, el especialista en terapia de pareja actuará de forma educativa, con la finalidad de que se lleven a cabo los acuerdos necesarios para poder discutir los problemas de cómo informar a los hijos, padres y amigos; así como a dar solución a los problemas prácticos que surjan a partir de dicha separación.
De igual forma, participará en dar el mensaje para considerar la importancia del bienestar de sus hijos; es decir, que presten atención a las consideraciones que se enlistan a continuación:
Se recomienda acudir con el especialista en terapia de parejas, con la finalidad de que se muestre como el portavoz de las necesidades emocionales de los miembros de familia involucrados en la separación.
En CAPI contamos con especialistas en el tema.