En algunos casos es difícil distinguir la depresión en los niños y más en los más pequeños, ya que se dificulta la expresión verbal, por lo que se torna más complicada la distinción de los síntomas. En ocasiones, los padres están más enfocados en las cuestiones cotidianas, o en sus propios conflictos, y pocas veces reflexionan en que hay situaciones que pueden estar provocando depresión en los pequeños.
Sin embargo, el hecho de que muchos padres acepten la depresión en los niños es un poco complicado, ya que eso significaría aceptar que hay algo que está pasando y los enfrentaría a una situación poco conocida, pero sobretodo dolorosa.
Los padres somos responsables del cuidado psicológico, físico y emocional de los pequeños, y lo adecuado en una situación como esta es acercarnos a los profesionales o especialistas adecuados, para manejar acertadamente esta problemática.
Uno de los principales conflictos en un pequeño es la separación o divorcio de los padres, en la que no entienden lo que está sucediendo, y si para un adulto esa situación a veces resulta difícil de manejar, para un niño, lo es más.
Otros factores que pueden intervenir en el estado de ánimo de un pequeño pueden ser cuestiones económicas, un cambio de casa, de escuela, la muerte de un ser querido, estrés familiar, adicciones en su ambiente cercano, enfermedades crónicas de parte de algún familiar, dificultades escolares, ya sean académicas o sociales, e incluso la misma depresión de alguno o de ambos padres.
Es importante prestar atención a ciertos comportamientos que persistan e interfieran con el desenvolvimiento normal de un niño y no dejarse llevar por mitos como que «Los niños no entienden», «No les afecta» o «Se les pasa con el tiempo».
La depresión no aparece por sí sola, sino que se inserta en una red de relaciones que la hacen posible, aunque es difícil hablar de prevención de una enfermedad tan compleja, existen elementos que protegen frente a situaciones adversas. Una buena armonía familiar, un clima positivo de confianza y acogimiento, que estimule la comunicación, son elementos que facilitan la resolución exitosa de conflictos a todos los miembros de la familia. Lo más importante es que los padres se mantengan alertas ante las distintas señales que envíe el niño. Ellos son el factor más relevante en el tratamiento de la depresión infantil, y si buscan ayuda, van a poder desarrollar las herramientas que necesitan para sacar de ese estado anímico a su hijo.
En CAPI contamos con el especialista adecuado para enfrentar esta situación, ya que tenemos Terapeutas Infantiles, Terapeutas Familiares, Terapeutas de pareja, así como programas de asesoría para padres, donde de manera integral se buscará la mejor solución para este padecimiento.