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Hoy se sabe que a nivel cerebral se fortalecen los caminos emocionales más utilizados y se van desechando las vías menos frecuentes, en otras palabras, los estados de ánimo se practican como si se tratara de un deporte, por lo tanto, cuando se trata de la relación con los niños, si cada día se establecen rutinas que causen alegría, les será más sencillo regresar a ese estado de bienestar tras atravesar cualquier conflicto.
Cantar: Muchos padres de familia notan una gran diferencia cuando inician actividades como lavarse los dientes o prepararse para el baño por medio de alguna canción relacionada con la actividad, de esta manera, un momento que puede ser complicado se convierte en algo más amable y compartible.
Tiempo de cosquillas: Una buena guerra de cosquillas sirve para brindar alegría por medio del contacto físico con los pequeños, además los ayuda a descargar energía, muy recomendable para antes de dormir o antes de vestirse por las mañanas.
Veo, veo (actividades para el coche): Si tu hijo duerme los últimos “5 minutos” de camino a la escuela, es probable que al llegar se sienta amodorrado y empiece el día de mal humor. Realizar un juego durante el trayecto, además de mejorar el estado de ánimo, le ayudará a desarrollar habilidades cognitivas importantes. La consigna para iniciar el juego puede ser: “Veo, veo algo de color rojo” y el otro debe adivinar a qué te refieres, éste juego se puede hacer tan complejo como la edad del niño lo requiera, a través del uso de colores, formas, tamaños, categorías o la función de los objetos o personajes. “Veo, veo, algo que sirve para limpiar”, etc.
Aprendizaje significativo: La hora de hacer la tarea suele ser un momento complicado para muchas familias pero al aprovechar la curiosidad natural de los niños, es posible que vean lo beneficio de repasar algún tema. Antes de sentarse a trabajar pregúntale qué temas está viendo en la escuela, platícale alguna anécdota sobre la utilidad que esos conocimientos ha tenido para ti, vean algunas imágenes o un pequeño documental en Internet. Otros niños, prefieren los retos que los ayudan a mantener la atención; utilizar un reloj de cocina para marcar el tiempo aproximado en que pueden lograr terminar la tarea funciona especialmente con las actividades mecánicas, como la aritmética o los enunciados.
Fin de semana: Pasar un fin de semana increíble no necesariamente involucra manejar por horas para salir de la ciudad o gastar una fortuna en entretenimiento. Una tarde de hornear galletas, armar collares con cuentas o jugar un juego de mesa puede convertirse en un hermoso recuerdo para la vida de tu hijo, especialmente si logras desconectarte del celular y las preocupaciones durante la actividad familiar.
Recuerda que una rutina estructurada es la base de la seguridad de los niños y si está compuesta de momentos afectuosos puede ser también la base de su salud emocional.
