Muchas veces en la enfermedad y la muerte, no solo se consume el paciente terminal sino se consume toda la familia y en especial los cuidadores primarios, por ello es importante no perder el sentido de vida y el proyecto propio.
A consulta llegan muchos pacientes que están viviendo la etapa terminal de un familiar y no saben cómo pueden ayudarlos o bien, cómo manejar la situación.
Por lo general, quien solicita el apoyo psicológico suele ser el familiar directo o en ocasiones el cuidador primario. Es importante observar y cuidar de este último porque es quien padece después, y también ayudar al paciente a que pueda elaborar la despedida de su familiar o ser querido.
Todo tiempo tiene un sentido y es por medio del proceso tanatológico que el paciente y sus familiares pueden sentir tranquilidad, contención y sentido en esta etapa de su vida. La atención psicológica tanto para la persona enferma como para los familiares y cuidadores primarios es necesaria para poder apoyar la etapa terminal del paciente. Los familiares que han pasado por este proceso manifiestan que sus enfermos se han muerto de forma más tranquila y en armonía, gracias a la atención recibida.
No siempre se necesita una pastilla, a veces lo que se necesita es escuchar, atender y contener sus necesidades, para brindar y generar un ambiente de contención para ambas partes. Se busca que el paciente pueda vivir de la mejor forma y no sentarse a esperar su muerte.
Se sugiere también que el paciente pase sus últimos días en casa, en lo posible que pueda estar en un lugar tranquilo, rodeado de las personas que ama, un lugar familiar; y que ahí siga contando con la atención de los cuidados paliativos. Es decir, se fomenta que puedan irse a sus casas en donde puedan recibir un trato digno y mucho amor.
El respeto y cuidado son primordiales para la atención tanatológica, se brinda atención a nivel multidisciplinar, se da una connotación diferente a la enfermedad en donde el cuerpo, los síntomas y las emociones son tomados en cuenta de la misma manera.
Reitero que asimismo es importante brindar herramientas para los familiares, para que puedan elaborar el duelo y manejar favorablemente la situación. Por lo tanto, el proceso terapéutico puede apoyar a dicha elaboración y a generar recursos emocionales que puedan ayudar a enfrentar tan difícil momento y a saber que no se tiene que pasar por ese proceso solo, sino que junto con la ayuda de especialistas, se puede encontrar sentido y resignificar el momento.
Egresada de la Universidad Salesiana, realizó estudios en Psicología infantil, Desarrollo, Alternativas educativas y psicoterapia. Tiene una Especialidad en Psicoterapia Infantil en la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología.
Cursó un Diplomado en Formación Humanista por la Universidad Salesiana y un Diplomado en Terapia de Juego en AMAPSI.
Asimismo, realizó estudios en Capacitación Didáctica en Educación Preescolar por la SEP. Ha impartido Talleres de Psicología Infantil a docentes y padres de familia; así como talleres dirigidos a adolescentes y ha trabajado como Instructora de Estimulación Temprana.
Posee experiencia clínica en consultorio privado y actualmente, es Especialista en Terapia infantil y adolescente, en la Clínica de Atención Psicológica Integral, CAPI.