Están determinadas por procesos biológicos, psicológicos y sociales (factores psicosociales).
La gran mayoría de los pacientes que presentan estas enfermedades psicosomáticas acuden a consulta médica porque presentan síntomas físicos como: gastritis, colitis, fibromialgia, cefaleas, dermatitis, etcétera.
Después de que las personas reciben tratamiento farmacológico durante varios días, semanas o meses y los síntomas perduran a pesar de los medicamentos, algunos médicos recomiendan acudir con algún psicólogo.
Hay teorías que proponen que cuando hay déficits y problemas en las relaciones interpersonales los pacientes manifiestan este malestar en síntomas psicosomáticos.
Somos seres biopsicosociales, el entorno familiar y social es de gran importancia para la salud mental.
Si estamos en un entorno cargado de tensión, conflictos, estrés y malas relaciones interpersonales, y las personas no pueden gestionar sus emociones sobrepasando sus propios recursos para lidiar con las situaciones, aparecerán las enfermedades psicosomáticas.
Una de las características de los pacientes con enfermedades psicosomáticas es que tienen un pensamiento operatorio, donde existe una carencia de símbolos y representaciones para tramitar los conflictos psíquicos.
También presentan “alexitimia”: a-falta, lexi-lectura, timia-afectos. Es decir, una gran dificultad por registrar emociones y afectos.
Los pacientes afectados de síntomas psicosomáticos desplazan sus conflictos y tensiones mentales en síntomas físicos.
No formulan en palabras sus conflictos internos, no se quejan del miedo, de sus contradicciones, de la ambivalencia o los problemas en sus interacciones con los demás.
No sospechan que la raíz de la somatización de su cuerpo se encuentra en la historia de su propia vida.
Los pacientes que presentan síntomas psicosomáticos se caracterizan por no
profundizar sobre ellos mismos en un proceso psicoterapéutico.
Es un proceso psíquico de defensa, la búsqueda centrada en una dolencia orgánica y el descuido de la parte mental. En otras palabras: “El traslado de los conflictos mentales al cuerpo físico”.
Los niños hablan en sus síntomas de los problemas familiares
Es muy común ver que los niños asisten con el especialista por algún síntoma que afecta a todo el grupo familiar.
La familia es un factor de riesgo para la aparición de síntomas psicosomáticos.
Es decir: “El niño sintomático es el representante de la familia enferma”.
Cuando se presentan apariciones frecuentes de enfermedades en el menor podemos pensar que hay un trastorno en sus interacciones.
Si después de emplear todos los recursos mencionados sigues con enfermedades psicosomáticas te recomiendo acudir con un especialista experto de la Clínica de Atención Psicológica Integral CAPI para tramitar los conflictos internos en un proceso psicoterapéutico profundo.
En esta época del postmodernismo donde predomina la inmediatez y “el pensamiento mágico” se cae en la ilusión de los remedios mágicos o “píldoras milagrosas” que den soluciones rápidas y sencillas a nuestros problemas, pero eso no existe.
Los procesos de desarrollo y crecimiento personal implican un trabajo profundo de mirar hacia adentro que lleve a la transformación.
Referencia:
Plozza-Luban, B (1995) El enfermo psicosomático en la práctica, 6 ed. Barcelona, Herder.