Algunos hablan del “sentido de vida” y otros del “propósito vital”, pero son diferentes. Especialistas explican que el propósito vital es un componente fundamental del desarrollo humano, el cual tiene relación tanto con el proyecto de vida del individuo como con la satisfacción vital de la misma, es decir, tener un propósito vital claro, le da sentido a nuestra vida.
Se postula que, sin propósito vital y sin proyecto de vida puede haber insatisfacción personal, así como un vacío existencial, lo cual puede conducirnos a inestabilidad emocional.
Es una intención clara de lograr algo que cuenta con un valor personal y, al mismo tiempo, impacta positivamente en el mundo.
Es decir, es un cúmulo de acciones con una finalidad clara que nos permite seguir creciendo, contribuir a otros, sentirnos útiles y dar sentido a nuestra vida.
Aunque nadie puede imponer el propósito de vida de otra persona, sí puede acompañar, facilitar y sostener el propósito vital de alguien más. Ayudan los roles como el del propio Adulto Mayor, la familia, profesionales de la salud, cuidadores, su comunidad o contexto, espacios espirituales.
● Mantener en equilibrio la salud mental y emocional: lo cual apoya a una mejor calidad de vida y salud integral. Estar atentos ante síntomas depresivos, ansiosos u otros cambios emocionales. Charlar con el Adulto Mayor sobre sus habilidades o gustos, así como reflexionar sobre sus logros y aprendizajes de vida. Fomentar autonomía y capacidad de decidir.
—Papel del Adulto mayor: reflexionar sobre sus pasiones y/o habilidades. Que pueda practicar la gratitud y defender sus convicciones.
● Fomentar actividad física: integrar al Adulto Mayor en rutinas o actividades placenteras para proporcionar mayor autonomía.
—Papel del Adulto Mayor: mantener rutinas con sentido e incluir actividades placenteras y significativas.
● Fomentar las conexiones sociales: promover espacios de encuentro, actividades de diversas edades y roles comunitarios, para aumentar así el sentido de pertenencia.
—Papel del Adulto Mayor: acudir a nuevos espacios sociales, participar en voluntariados y centros comunitarios.
● Mantenimiento de estimulación cognitiva: realizar preguntas de orientación de espacio (¿dónde estás?), tiempo (¿qué fecha es hoy?), persona (¿quién eres?) y contexto (¿en qué situación estás?), así como mantener charlas que estimulen la memoria. También incentivar nuevos planes como talleres, cursos, juegos o dinámicas. Y con ello fortalecer la autonomía, lo que mejora la calidad de vida.
—Papel del Adulto Mayor: contar con cooperación, plantearse nuevas metas, cursos, talleres y apegarse a una rutina. Se sugiere que escriba memorias, que grabe relatos o comparta anécdotas, que realice nuevos ejercicios mentales simples como sopas de letras, juegos de memoria, rompecabezas, que lea y contar con actividades recreativas como: teatro, música, dibujo.
● Contribución a la espiritualidad y trascendencia: ofrecer un entorno seguro, respetuoso en donde el Adulto Mayor comparta su visión espiritual y legado de vida (historias, consejos, enseñanzas o deseos), y con ello que el Adulto Mayor viva con tranquilidad y paz.
—Papel del Adulto Mayor: reflexionar o meditar, así como fortalecer vínculos emocionales y practicar el perdón.
● Búsqueda de apoyo profesional cuando lo necesite: a veces podemos ser sobrepasados y está bien pedir apoyo, se recomienda guiar al Adulto Mayor con un profesional de la salud de forma preventiva o cuando se vea una señal de alarma. Ser un puente de comunicación con el especialista.
—Papel del Adulto Mayor: que al buscar un especialista, se busque principalmente el bienestar continuo de sí mismo, y no estigmatizar el acudir con algún profesional de la salud.
Estudios señalan que las personas que viven con un propósito más claro, pueden aumentar la longevidad, disfrutan de una mejor salud en la vejez y fomentan hábitos más saludables.
En CAPI, contamos con un equipo de profesionales de la salud comprometidos en acompañarte, como Adulto Mayor, en este proceso de adaptación. También brindamos apoyo integral a quienes cuidan, y fomentamos el autocuidado como una fuente esencial de bienestar para enfrentar juntos este desafío.
Referencias:
Licenciada por la Facultad de Psicología de la UNAM, Maestra por el Centro de Psicoterapia Cognitiva, especializada en el ámbito clínico, con enfoque cognitivo conductual.
Cuenta con experiencia en población adolescente, adulto y adulto mayor, con desempeño en áreas públicas, privadas y ambiente hospitalario.