La dislexia, según el Comité de Dislexia del Consejo de Salud de los Países Bajos, existe cuando la identificación (lectura) y/o la escritura de palabras se desarrolla de forma muy incompleta o con gran dificultad. Ésta, considerada también como un Trastorno Específico de la Lectura, suele ser frecuentemente relacionada con el rechazo a la lectura y el bajo rendimiento académico.
Este trastorno ha sido atribuible a diversas causas entre las que se encuentran aspectos motores, de lateralidad, auditivos, visuales, pedagógicos, didácticos, lingüísticos, emocionales, etc.; sin embargo; aún existe un gran debate sobre su causa:
Así, se puede decir que las habilidades lingüísticas tienen gran asociación con el lenguaje escrito, específicamente en la codificación, el orden, las secuencias, la memoria a corto plazo, etc
Existen dificultades para identificar las características específicas de la dislexia, en muchas ocasiones se suele adjudicar este trastorno a dificultades escolares que, si bien pueden parecer signos de alerta a este respecto, es necesario que sean evaluados para determinar el “sí” o “no” de su presencia. Es recomendable que en edades tempranas (etapa preescolar) de los niños, se esté atento ante la presencia de las siguientes cuestiones:
Una de las principales bases dentro de la educación es la adquisición de la lectura y la escritura. Estos dos procesos permiten que los alumnos en edad escolar comiencen a apropiarse del conocimiento mediante la comprensión y utilización de signos y símbolos, los cuales, poco a poco tomarán forma y permitirán un aprendizaje significativo.
En este proceso y en algunas ocasiones, los niños (e incluso las personas en edad adulta) presentan dificultad para adquirir y desarrollar el aprendizaje de la lectura y la escritura, problema al que se denomina dislexia.