La orientación sexual, es la atracción romántica, sexual y afectiva que experimentamos en relación de las otras personas, es decir, con quién disfrutamos tener relaciones sexuales, de quién nos enamoramos, a quién nos gusta demostrar afecto. Anteriormente se creía que solo había heterosexual: personas atraídas por el género diferente; homosexual, personas atraídas por su mismo género; y bisexual, personas atraídas por ambos géneros.
Sin embargo, hoy día sabemos que existen muchas otras orientaciones, por ejemplo, la pansexualidad, donde el género no es tan relevante como la persona en sí misma; o la asexualidad, donde no hay un interés sexual predominante, por lo contrario, estas personas prefieren vincularse únicamente mediante el vínculo afectivo. Claramente la orientación sexual tiene un espectro muy grande y expandible pues se va modificando conforme las personas encuentran alternativas diferentes para llevar su vida afectiva, erótica y emocional.
Por otro lado, la identidad de género es totalmente diferente, con esto nos referimos a aquella asimilación que hacemos de nuestro ser, en aspectos psicológicos y emocionales, es decir, la forma en que asumo que me voy a presentar al mundo, cómo me siento conmigo mismo(a), cuál es el rol con el que me asumo.
Por lo general pensamos en hombre y mujer, y asumimos que si la persona nace con pene y testículos es hombre, y si nace con vulva es mujer, pero esto no necesariamente es así, existen personas que se identifican como hombre sin tener pene, o personas que viven como mujeres sin tener vulva, o bien, personas que fluyen entre el espectro de lo femenino y lo masculino. Esto es porque la identidad de género es una situación meramente psicológica y social, es la cara con la que se decide presentarse ante el mundo.
Es común pensar que si el sexo de asignación de una persona no coincide con la orientación sexual, con la identidad y expresión de género, esa persona está enferma o está mal, asumiendo que la norma heterosexual es la única válida o permitida, sin embargo, es todo lo contrario, incluso propiciar el cambio o la manipulación en una persona LGBT+ para que tenga una relación heterosexual, es violencia y es atentar contra sus derechos.
A lo largo de la historia de la humanidad nos hemos encontrado que las diferencias en las personas son lo más constante que existe. Y justo una de esas diferencias es la orientación sexual y la identidad género, aspectos de los seres humanos que pueden ser tan variados y distintos como personas existen en el mundo. Pero, ¿sabemos que son la orientación sexual y la identidad de género?