Los trastornos alimenticios son una serie de enfermedades psicológicas que causan el desarrollo de hábitos alimenticios poco saludables, así como de una serie de creencias y distorsiones en el pensamiento y la imagen corporal.
Estos trastornos comienzan por una serie de obsesiones por la comida, el peso corporal y la forma del cuerpo, evolucionando con el tiempo y sumando síntomas. Al igual que las adicciones, los Trastornos alimenticios son enfermedades progresivas, crónicas y mortales, si no se tratan.
Los trastornos alimenticios pueden afectar a personas de cualquier edad y género en cualquier etapa de la vida, aunque son más frecuentes en adolescentes y mujeres jóvenes.
Las personas con trastornos alimenticios pueden tener una variedad de síntomas. Sin embargo, la mayoría incluye la restricción severa de alimentos, atracones de comida o conductas de purga como vómito o exceso de ejercicio, que son los más comunes. Por eso se han clasificado de la siguiente manera:
Los trastornos alimenticios son enfermedades que van más allá de la relación con la comida o algún problema con la comida. Son trastornos de carácter emocional, en donde se requiere un tratamiento multidisciplinario y complejo para poder obtener una recuperación exitosa. Incluso los trastornos alimenticios se describen en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, quinta edición (DSM-5), por lo que no se deben considerar enfermedades de capricho o de moda.