No se nace con inseguridad, más bien es el resultado de todas las vivencias y vínculos que hemos establecido a lo largo de nuestra vida, durante nuestra infancia adolescencia e incluso la adultez, posiblemente en experiencias traumáticas o en padres exigentes.
Es usual que la inseguridad se manifieste de maneras distintas, como por ejemplo:
Es importante que también consideres que a veces tener un escudo ante la inseguridad emocional involucra tener actitudes contrarias, como la arrogancia, la soberbia o la agresión.
Es la sensación de temor, malestar y tensión que se presenta cuando nos enfrentamos a ciertas situaciones las cuales repercuten en la toma de decisiones.
Podemos localizar la inseguridad en aquellas conductas, pensamientos y sentimientos de falta de confianza en uno mismo(a).