La educación sexual debe ser global, es decir, llegar a todas las personas; debe iniciarse en el hogar y la comunidad y continuar en todos los niveles de la enseñanza académica y no académica.
Muchas personas piensan que la educación sexual consiste únicamente en informar al niño sobre el origen de un ser humano, de cómo se desarrolla en el vientre y se lleva a cabo el nacimiento; así como explicar especialmente a las niñas lo que es la menstruación y los cuidados que requiere. Fuera de esto, la mayoría de los adultos tienen sentimientos de culpa, conflicto y duda al abordar de forma franca y abierta la sexualidad con los niños y jóvenes; más preocupante aún es la de ellos mismos, ya que dan al sexo una cualidad mágica, irreal y generan con esto angustia y preocupación en el adolescente llevándolo, a menudo, a buscar información en fuentes poco confiables para satisfacer su curiosidad normal.
Lo anterior nos lleva a reconocer que la educación sexual es una de las vías más importantes para ayudar sobre todo a los jóvenes a romper el ciclo de ignorancia y culpa en su vida sexual.
La educación sexual necesita:
Es importante recordar que la sexualidad se va modelando por factores externos; por ejemplo, en la familia es donde se aprende qué es “lo bueno”, “lo malo”, lo socialmente aceptable, los papeles sexuales, etcétera. Pero también en la escuela, el grupo de amigos, la religión, los medios de comunicación, entre otros.
Mucha de esta formación se da a partir de información cuestionable. Por ello, es necesario proveer información certera y objetiva sobre aspectos biológicos y psicológicos del sexo.
Para hablar con los adolescentes es importante:
Es importante que el joven aprenda a vivir su sexualidad en forma completa, y que unifique los criterios de libertad, responsabilidad, respeto y placer.
Crear conciencia de los obstáculos a los que se puede enfrentar el adolescente como son los tabúes, mitos y falacias presentes en la sexualidad, para llevarlo a la reflexión cuidadosa y objetiva, y ayudarlo a establecer actitudes y valores sanos.
La educación sexual es una propuesta educativa incluye todos los elementos de la sexualidad humana: el cuerpo, los sentimientos, las emociones, las actitudes y comportamientos, los valores sociales, el placer y los derechos humanos asociados a la sexualidad.